Náufrago salvadoreño vuelve a casa tras odisea en el mar

Sería enviado a un hospital en ambulancia para evaluar su condición

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San Salvador. ACAN-EFE y AFP y AP. El náufrago salvadoreño José Salvador Alvarenga, quien dice haber sobrevivido más de un año a la deriva en el océano Pacífico, regresó ayer a su país días después de haber sido rescatado en las Islas Marshall.

Alvarenga, de 37 años, llegó a eso de las 8 p. m. locales al aeropuerto El Salvador tras partir el lunes de Islas Marshall y hacer escalas en Hawái y en Los Ángeles (EE. UU.).

El náufrago compareció ante las cámaras en silla de ruedas, sin poder hablar por la conmoción. De camiseta negra y pantalón café claro, Alvarenga fue llevado por autoridades al salón vip del aeropuerto, minutos después de llegar de un largo viaje de más de un día desde las Islas Marshall, donde fue rescatado el 30 de enero.

Entre los flashes de las cámaras y aplausos, el náufrago se llevó la mano al rostro y de inmediato fue conducido por sus acompañantes hacia otro salón del aeropuerto para ser llevado en ambulancia al Hospital San Rafael, en Santa Tecla, 12 km al oeste de San Salvador.

“Deben de comprender el estado en que se encuentra”, dijo Carlos Ochoa, funcionario de la Cancillería, que dirigía el acto de comparecencia ante la prensa.

Según lo previsto, Alvarenga sería llevado en ambulancia para ser internado al menos 24 horas en cuidados intensivos del Hospital San Rafael, a fin de que un equipo de seis médicos le practiquen una serie de exámenes.

En el hospital, según versiones de prensa, están los padres, Ricardo Orellana y María Julia Alvarenga, llevados por las autoridades desde el pueblo costero Garita Palmera, 118 km al suroeste de San Salvador, de donde es oriundo.

“Gracias a Dios mi primo es un guerrero, porque otra persona no sé qué hubiera hecho. Estamos felices de ver que ha vuelto después de tanto tiempo”, declaró en la terminal aérea Marisol Alvarenga , de 35 años, prima del náufrago.

Su historia asombró al mundo cuando llegó a las Islas Marshall hace casi dos semanas y dijo que estaba pescando frente a las cosas de México a fines de 2012 cuando una tormenta lo arrastró.

Confesó que había sobrevivido comiendo pescado crudo, tortugas y sangre de aves, algo que causó escepticismo en muchos, sobre todo porque estaba robusto y apenas quemado por el sol.

Sin embargo, los médicos dijeron que sufría de inflamaciones, tenía dolor y estaba deshidratado.

En el poblado costero de Garita Palmera familiares, amigos y vecinos esperan al náufrago en su casa, donde colocaron un rótulo con la leyenda “Bienvenido a casa”.

En las calles, bares y otros sitios públicos del país, el caso es tema constante de conversación. Para muchos, incluidas las autoridades estatales, representa un símbolo de coraje y esfuerzo por sobrevivir.