Izquierda de Uruguay encara desafío de reconquistar a los desencantados

En las elecciones del domingo, el Frente Amplio logró 39% de votos, ocho puntos porcentuales menos que en el 2014

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Montevideo. El Frente Amplio (oficialista), la fuerza de izquierda que gobierna Uruguay desde el 2005, deberá reconquistar votantes desencantados si pretende pelear el gobierno contra una coalición opositora en formación de cara al balotaje del 24 de noviembre, estimaron analistas este lunes.

“La fuerza (política) más importante de Uruguay se llama Frente Amplio”, dijo el domingo por la noche el candidato Daniel Martínez, quien competirá contra el exsenador Luis Lacalle Pou por la presidencia en noviembre, al dirigirse a militantes frenteamplistas tras conocerse los resultados de la votación del domingo.

Con 39,2% de los votos, y aunque sea el partido más votado, el Frente Amplio deberá hacer frente a una coalición en ciernes que Lacalle Pou, que obtuvo 28,6% de los sufragios, negocia con el liberal Partido Colorado (12,3%) y el derechista Cabildo Abierto (10,9%).

Cinco años atrás, en la primera vuelta de los comicios, el Frente Amplio obtuvo 47,81%.

Con el respaldo de partidos menores, Lacalle Pou trabaja en darle estructura a su proyecto de coalición para promover la alternancia de poder luego de 15 años de gobiernos del Frente Amplio, a su vez una alianza de agrupaciones de izquierda que funciona como partido político al que definió como “una mayoría aislada” en el Parlamento tras los comicios que acabaron con la mayoría absoluta en el Congreso.

“Estaba latente una alternancia”, expresó Lacalle Pou en un discurso que cerró la noche electoral. “El que llega destruyendo, el que llega desuniendo, no va a poder construir”, manifestó en referencia a la falta de socios visibles para el gobierno en una potencial búsqueda de alianzas con partidos de oposición.

Guiños al votante

Para el politólogo Eduardo Bottinelli, no hay dos lecturas posibles: el “primer desafío (del oficialismo) es encantar a gente que ya votó al Frente Amplio y que no lo votó ahora”.

Debe “recaptar esos o cualquier otro votante de la oposición”, sea de los grandes partidos o de los menores, agregó en referencia a la caída de ocho puntos porcentuales de la votación al Frente Amplio con relación con las elecciones del 2014.

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Martínez “tiene que mutar ya, hoy, tiene que cambiar a un discurso propositivo claramente y también buscar una identificación de la gente con los avances del Frente Amplio”, además de darle “argumentos” a electores que tal vez no sean proclives a apoyar a Lacalle Pou.

Hoy, “la población no siente que pierda lo que ya tiene por un triunfo de la oposición”, como señala el discurso de campaña del Frente Amplio, reflexionó Bottinelli.

El politólogo de la Universidad de la República Diego Luján coincidió en que para Martínez el desafío es "incorporar votantes que claramente no lo apoyaron en la primera vuelta" y para eso podría volcarse hacia el centro.

Luján señaló que esa opción haría “más competitivo” al Frente Amplio con miras a la segunda vuelta, “pero tendría el costo de largo plazo de desdibujar ideológica y programáticamente a un partido que ha tenido una consistencia y coherencia ideológica a lo largo de 40 años de vida”.

Destacó el “desgaste” de los 15 años de gobierno del Frente Amplio, que llega a los comicios con una economía estancada, desempleo de 9%, y una tasa récord de homicidios.

Además, en el 2017 el Frente Amplio sufrió la renuncia del vicepresidente Raúl Sendic en medio de un escándalo en el que terminó procesado por cohecho y abuso de funciones.

La postura de cercanía del gobierno hacia el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela también le vale críticas de propios y ajenos en el sistema político y genera desencanto en la población.

‘Gobierno multicolor’

Lacalle Pou, quien interpretó el resultado electoral como una victoria camino a su segundo intento de llegar a la presidencia, propuso formar con sus contrincantes opositores “un gobierno multicolor encabezado por el Partido Nacional”.

Sus rivales del domingo, el economista Ernesto Talvi (Partido Colorado), y el ex comandante en jefe del Ejército Guido Manini Ríos (Cabildo Abierto), anunciaron de inmediato su apoyo al abogado de 46 años, al igual que los partidos de la Gente e Independiente (minoritarios).

Para Bottinelli, resta conocerse si de las negociaciones en curso se formaría una coalición con actores que participarían directamente en el gobierno o una alianza con fines electorales, algo que el politólogo destacó como “importante para la unidad de esa coalición”.