Iglesia critica intento de crear 'régimen de partido único' en Nicaragua

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Managua

La Conferencia Episcopal de Nicaragua criticó este martes el intento de querer implantar un "régimen de partido único" en el país, cuando faltan menos de cinco meses para las elecciones generales en las que el presidente del país, Daniel Ortega, buscará una nueva reelección.

"Todo intento por crear condiciones para la implantación de un régimen de partido único en donde desaparezca la pluralidad ideológica y de partidos políticos es nocivo para el país desde el punto de vista social, económico y político", advirtió el Episcopado en un comunicado.

Los obispos explicaron que su pronunciamiento lo basan en la "situación de inseguridad y de confrontación" que vive actualmente Nicaragua, "que podrían debilitar la credibilidad y competitividad de las próximas elecciones en noviembre, favoreciendo el aumento de la indiferencia y el abstencionismo en la población".

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La semana pasada la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, controlada por magistrados afines al Gobierno, le quitó la representación legal del Partido Liberal Independiente (PLI), principal de oposición, al dirigente y diputado Eduardo Montealegre, coordinador de la Coalición Nacional por la Democracia y uno de los cancilleres del período presidencial de Arnoldo Alemán (1997-2002).

Al quedar sin la representación del PLI, los principales opositores del gobierno de Ortega, automáticamente quedan fuera de la contienda electoral, a menos que busquen alianzas y los acepten como candidatos en otros partidos.

En su lugar, otorgó la representación a Pedro Reyes, quien era miembro de otra facción del partido y se encontraba distanciado de la coalición que encabeza el PLI.

La decisión de la Sala Constitucional de nombrar un nuevo representante legal del PLI se dio tres días después de que los opositores ratificaran su fórmula presidencial: el diputado Luis Callejas para la Presidencia y la exdirigente cívica Violeta Granera para la Vicepresidencia.

En su pronunciamiento, el Episcopado resaltó que "es posible vivir en armonía y tolerancia aún en medio de una sana diversidad social y política que enriquezca en todos los ámbitos a la nación".

Además, revalidaron su documento conocido como "inquietudes nacionales", dedicado en mayo del 2014 al presidente Ortega, quien aspira a nueva reelección, sobre la importancia de fortalecer la institucionalidad del Estado y garantizar un proceso electoral transparente.

La Conferencia Episcopal también exhortó "a las autoridades del Gobierno para que trabajen por la construcción de un país fundado en la democracia representativa y el pluralismo ideológico".

También pidió a la clase política de Nicaragua "buscar con mayor empeño el bien común del país, deponiendo actitudes sectarias y búsquedas egoístas de cuotas de poder".

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En su punto final, el clero invitó a la población nicaragüense a ser optimista y no caer en la violencia.

El comunicado fue leído por el secretario general y vocero del Episcopado, Jorge Solórzano, en presencia de los diez obispos de Nicaragua, encabezados por el cardenal Leopoldo Brenes.

Nicaragua elegirá el 6 de noviembre a un presidente, un vicepresidente, 90 diputados locales y otros 20 ante el Parlamento Centroamericano.

El Episcopado de Nicaragua ha sido crítico con Ortega desde este que asumió el poder el 10 de enero del 2007, especialmente en el tema de la reelección presidencial, que abiertamente rechazan, y el de la institucionalidad.

La población de Nicaragua se considera católica en un 58,5%, según datos oficiales.