Tegucigalpa
El gobierno hondureño inició las consultas con los pobladores de la Mosquitia, en el oriental departamento de Gracias a Dios, para determinar si aceptan las exploraciones petroleras en el Caribe, informó este sábado una fuente oficial.
El asesor del ministerio de Recursos Naturales y Ambiente, Julio Eguiguren, afirmó que "se inició el miércoles una consulta a nivel de cada territorio misquito, unas 3.500 personas, representantes de cada una de las comunidades" sobre las exploraciones de petróleo que promueve el gobierno.
La Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (Serna) había anunciado la consulta con los pobladores indígenas del departamento de Gracias a Dios para conocer si aceptaban o no las exploraciones de petróleo en un área de 35.000 kilómetros cuadrados en el mar Caribe, en cumplimiento al Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El Convenio obliga a los estados a someter a consulta las decisiones que afectan a los pueblos indígenas o tribales y Eguiguren dijo que aunque las exploraciones son en el mar afectan "directa o indirectamente" a los indígenas.
Eguiguren explicó que el presidente Porfirio Lobo inició hace unos meses las consultas con Masta, la dirigencia de la organización Mosquitia Asla Takanka, que significa Mosquitia Unida, y ahora lo hace con los pobladores de las 12 comunidades en que se dividen los pobladores misquitos.
Con una extensión de unos 17.000 kilómetros cuadrados, Gracias a Dios tiene una población de 100.000 habitantes, la gran mayoría misquitos divididos en 12 zonas territoriales, pero también de otros grupos étnicos tawahkas, pech y negros garífunas.
Eguiguren dijo que también iniciaron las negociaciones con esos otros tres grupos étnicos.
"Hemos encontrado un ambiente de madurez organizativa de parte del pueblo misquito y eso es de mucho beneficio para el país con la expectativa de un proceso de explotación a futuro (por primera vez en el país), que implicaría otra consulta" con los pobladores, explicó.
Detalló que la exploración se llevará a cabo en seis años, que empieza con mediciones y muestreo en el fondo marino, y en los últimos dos se harían las perforaciones para determinar la calidad y si hay hidrocarburos en cantidades para comercializar.