FBI instó a musulmanes a cometer delitos, dice ONG

Operaciones clandestinas se montaron tras el 11 de setiembre de 2001

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Washington. AFP. El FBI “alentó, impulsó e incluso pagó” a musulmanes estadounidenses para incitarlos a cometer delitos durante operaciones clandestinas montadas después de los atentados del 11 de setiembre del 2001 .

Así concluyó un informe de la ONG, Human Rights Watch ( HRW) que se dio a conocer ayer.

En muchos de los 500 casos de terrorismo instruidos por los tribunales estadounidenses desde el 11 de setiembre de 2001, “la Fiscalía estadounidense y el FBI tuvieron como objetivo a musulmanes estadounidenses en operaciones clandestinas de contraterrorismo abusivas, basadas en la pertenencia religiosa y étnica”, denuncia el informe de la organización, que presenta numerosos casos.

“Lejos de proteger a los estadounidenses, incluidos los estadounidenses musulmanes, de la amenaza del terrorismo, las acciones documentadas en este informe desviaron a las autoridades de su tarea de investigar las amenazas reales”, señala el informe de HRW .

La ONG estudió 27 casos con ayuda de la Escuela de Derecho de la Universidad de Columbia. Fueron examinados los procesos de investigación, las acusaciones y las condiciones de detención de decenas de personas. Se recopilaron 215 testimonios entre acusados, procesados, abogados, jueces y fiscales.

“En algunos casos, el FBI pudo haber creado terroristas con individuos respetuosos de la ley invitándolos a cometer un acto terrorista”, dice el documento, que considera que la mitad de las condenas son el resultado de casos montados artificialmente o de trampas; en un 30% de estas situaciones, el agente infiltrado juega un papel activo en la tentativa de atentado.

“Muchas de esas personas nunca habrían cometido un crimen si las fuerzas del orden no los hubieran alentado, impulsado e incluso pagado para cometer actos terroristas”, declaró Andrea Prasow, una de las autoras del trabajo.

Casos. El informe cita el caso de cuatro individuos de Newburgh (estado de Nueva York), acusados de haber planificado atentados contra sinagogas y una base militar estadounidense, pero, según el juez del caso, “el Gobierno proporcionó la idea del crimen, los medios y les abrió el camino, transformando en terroristas a hombres de una bufonería digna de Shakespeare”.

Según HRW, el FBI buscó a personas vulnerables, con problemas mentales o intelectuales.

Otro de los casos presentados es el de Rezwan Ferdaus, condenado a 17 años de cárcel a los 27 años por haber tratado de atacar el Pentágono con pequeños drones (aviones no tripulados) cargados de explosivos. Un agente de la Oficina Federal de Investigaciones ( FBI) reconoció que Fergus presentaba “claramente” problemas mentales y que el plan que usó había sido totalmente diseñado por el policía infiltrado.

“El Gobierno estadounidense no debería tratar a los musulmanes estadounidenses como terroristas en potencia”, concluye el informe.

Mike German, exagente del FBI, ahora consultor del Brennan Center, manifestó que los excesos en la política contraterrorista de la Policía federal es una fuente de preocupación, “preocupación en el sentido de que viola tanto la privacidad como las libertades civiles y no son efectivas para enfrentar las amenazas reales”.