Washington. AFP y AP. Un tiroteo en una base de la Marina de EE. UU. , ejecutado por un exmilitar y que dejó 13 muertos, dislocó ayer a Washington, que vivió los cierres temporales de la Casa Blanca y el Senado, y la suspensión del béisbol y un concierto, entre otras cosas.
Las autoridades dijeron que buscaban a un posible segundo tirador que podría vestir uniforme de tipo militar.
Los investigadores dijeron que no habían descubierto un motivo para el ataque, que se produjo en el corazón de la ciudad, a seis kilómetros de la Casa Blanca.
En cuanto a si se trató de un ataque terrorista, el alcalde de la capital federal, Vincent Gray expresó: “No tenemos motivos para creerlo a esta altura”. Pero añadió que no se ha descartado esa posibilidad.
El incidente, en el que resultó muerto uno de los atacantes, es el peor episodio de este tipo en una instalación militar desde el asesinato de 13 militares en la base de Fort Hood, en Texas, en el 2009.
Un representante del FBI dijoque el hombre abatido por las fuerzas de seguridad fue identificado como Aaron Alexis, un afroestadounidense, de 34 años, originario de Fort Worth, Texas (centro-sur).
La Marina confirmó que Alexis, nacido en Nueva York, había servido a esa fuerza armada entre el 2007 y el 2011.
Mañana violenta. El tiroteo comenzó alrededor de las 8:20 a. m. (6:20 a. m. en Costa Rica) en el complejo de edificios Washington Navy Yard , una sede histórica de la Marina y en donde funciona el comando de los sistemas navales del país.
Según informaciones preliminares, un hombre ingresó al llamado Edificio 197 del complejo militar, donde trabajan 3.000 personas y disparó varias veces.
Cathy Lanier, jefa de la Policía de Washington, había declarado que las fuerzas de seguridad buscaban intensamente a otros dos hombres sospechosos de haber participado en el tiroteo .
Sin embargo, instantes después la Policía informó de que uno de esos dos sujetos había sido identificado y estaba libre de sospecha.
La investigación del caso quedó ahora en manos del FBI.
En la Casa Blanca, el presidente Barack Obama condenó lo que denominó un “acto cobarde” y lamentó que el país tenga que enfrentarse a “otro tiroteo”.
Poco después del inicio del ataque armado, todos los accesos a la zona fueron bloqueados por la Policía y era posible observar soldados con armas pesadas montando guardia en puntos estratégicos.
En un momento fue posible ver a un hombre descender por un cable desde uno de los helicópteros militares hasta un área en el interior del complejo naval.
Una empleada, Patricia Ward, rememoró que había acabado de pagar un desayuno en la cafetería del edificio central cuando se iniciaron los balazos.
“Estaba esperando que un amigo pagara su cuenta cuando escuché disparos. Fueron tres disparos seguidos: pow, pow, pow . Unos segundos después fueron otros tres disparos”, agregó.
El tiroteo alteró la actividad en la capital, donde, poco más tarde, una alerta de seguridad obligó a cerrar la Casa Blanca luego de que un hombre arrojara petardos en sus portones. Un portavoz de los servicios secretos confirmó a la agencia AFP que en ningún momento se trató de disparos .
El Senado suspendió sesiones y la Presidencia anuló un concierto de música latina al que asistiría el mandatario Barack Obama con las actuaciones de Ricky Martin y Gloria Estefan.
El aeropuerto Ronald Reagan, situado en el centro de Washington, detuvo los despegues durante hora y media. También se postergó un partido de béisbol entre los Washington Nationals y los Atlanta Braves.