Estados Unidos ejecuta con inyección letal a un reo con lesión cerebral

Hombre de 74 años fue condenado por el asesinato de un policía a pesar de que tenía lesiones cerebrales que limitaban su capacidad de razonar cuando realizó el crimen, alegaron sus abogados

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Washington

Un hombre de 74 años fue ejecutado hoy, martes, en Estados Unidos por el asesinato de un policía en 1996, a pesar de que tenía lesiones cerebrales que limitaban su capacidad de razonar cuando ejecutó el crimen, alegaron sus abogados.

El condenado, Cecil Clayton, murió ocho minutos después que se le aplicara una inyección letal, dijo Mike O'Connell, portavoz de las prisiones de Misuri, Estados Unidos.

"Ahora que la sentencia de su asesino fue ejecutada esta noche -de martes-, les pido a los habitantes de Misuri que honren al policía (Christopher) Castetter, quien dio su vida en el servicio a nuestro estado", dijo el gobernador Jay Nixon, quien se negó a conmutar la sentencia a muerte de Clayton.

Una hora antes de la ejecución, la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó las tres últimas apelaciones para evitar la ejecución de Clayton, donde se alegaban los problemas recientes en el uso de inyecciones letales para ejecutar prisioneros y, sobre todo, que el condenado sufría una serie de trastornos mentales e intelectuales que impedían atribuirle responsabilidad penal alguna cuando cometió el crimen.

Daño en el cerebro. Tras un accidente en 1972 en la fábrica donde trabajaba, Clayton tuvo que someterse a una cirugía cerebral, durante la cual se le extrajo una quinta parte del lóbulo frontal para retirar un pedazo de madera que le había atravesado el cráneo.

Sus abogados Elizabeth Carlyle y Pete Carter, señalaron que el comportamiento de Clayton cambió después de la operación y sufría alucinaciones, ataques de depresión y esquizofrenia, así como rabietas violentas.

De hecho, Clayton disparó contra el policía durante una de sus crisis, cuando el uniformado acudió a su casa tras un llamado de emergencia sobre violencia hogareña.

Se trata de la décima ejecución realizada este año en Estados Unidos y la segunda en Misuri, donde por primera vez se aplicó la sentencia a muerte por la tarde en vez de a la medianoche como ha sido habitual.

El 11 de febrero, la aplicación de la pena capital al asesino de una mujer en Misuri también estuvo rodeada de polémica justamente por el uso de midazolam, una droga usada en varias ejecuciones que transcurrieron con mucho sufrimiento.

El midazolam es usado en Misuri como sedante antes de las ejecuciones.

Análisis. La Corte Suprema estadounidense tiene previsto analizar en abril la constitucionalidad de las inyecciones letales, que son la forma más utilizada para ejecutar prisioneros en Estados Unidos, pero que en los últimos meses se ha vuelto muy polémica.

Ya en 2008, el alto tribunal dictaminó que la inyección letal no viola la octava enmienda de la constitución estadounidense, que prohíbe todo "castigo cruel e inusual".

Sin embargo, para quienes se oponen a la pena capital, esa decisión fue tomada antes de los escándalos por el uso en las ejecuciones de medicamentos letales que hicieron agonizar a los reclusos en medio del dolor.

Hace una semana, el senado del estado de Utah aprobó restaurar el fusilamiento como método de ejecución como una alternativa rápida y menos cruel respecto a las agonías a que se han visto sometidos varios presos en recientes ejecuciones con inyecciones letales en Estados Unidos.