Miami. AFP. Estados Unidos comenzará a desplegar 280 marines en América Central, sobre todo en Honduras, para entrenamiento de fuerzas locales contra el crimen organizado y tareas de rescate ante desastres naturales, informó este martes el Comando Sur de las Fuerzas Armadas estadounidenses.
La fuerza de tarea especial, con tropas de tierra, aire y mar, se enviará por etapas a partir de esta semana, y el grueso del grupo (180 miembros) estará estacionado en la base militar de Estados Unidos en Palmerola, 70 km al norte de la capital hondureña, Tegucigalpa, indicó el comunicado del Comando Sur.
El resto del grupo será “distribuido entre Belice, El Salvador, Guatemala y Honduras para realizar tareas de cooperación en seguridad que se adapten a la necesidad de cada país”, puntualizó la información.
“Los marines estarán en posición de agrupar personal y equipos rápidamente en la región si son requeridos ante una situación de emergencia”, indicó el Comando Sur, uno de los destacamentos regionales del Departamento estadounidense de Defensa, que tiene a su cargo coordinar operaciones y cooperar con el Caribe, América Central y América del Sur.
La mayor parte del grupo llegará a la región la primera semana de junio, justo cuando comienza la temporada de huracanes, que produce tormentas que suelen golpear al Istmo y el Caribe.
Los marines permanecerán en la zona hasta noviembre, tiempo que aprovecharán para participar también en jornadas de servicio comunitario en Honduras.
Unos 300 militares y civiles estadounidenses ya asistieron este mes al entrenamiento de contrapartes hondureñas en lucha contra el crimen organizado, que han hecho del país el más violento del mundo, según Naciones Unidas. Ostentan la cifra de 90,4 homicidios por cada 100.000 habitantes.
Dichos ejercicios forman parte del compromiso que asumió, en julio del 2014, el presidente Barack Obama con los países del Triángulo Norte de Centroamérica, que incluye también a Guatemala y El Salvador. Ofreció atacar el crimen y otras causas de la migración a Estados Unidos.
Los tres países han sido superados en su capacidad para afrontar el crimen organizado, especialmente de los narcos.