Estados Unidos apuesta por elecciones adelantadas en Nicaragua sin la participación de Ortega

Principal asesor sobre Centroamérica en el Departamento de Estado afirma que está instando al gobierno nicaragüense a que negocie de buena fe

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Washington. Estados Unidos quiere elecciones adelantadas en Nicaragua sin la participación del presidente Daniel Ortega ni de su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, dijo este jueves Todd Robinson, principal asesor sobre Centroamérica en el Departamento de Estado.

"Estamos instando al régimen de Ortega a que negocie de buena fe y tome medidas concretas ahora para restablecer la democracia cesando la represión, liberando a las personas detenidas arbitrariamente y acordando celebrar elecciones anticipadas, libres y justas", manifestó a periodistas.

"Y vamos a impulsar la idea de que en esas elecciones buscamos nuevos líderes en Nicaragua. Líderes que no incluyen a Ortega y Murillo", agregó.

Robinson afirmó que representantes estadounidenses han mantenido conversaciones “muy directas” y “muy francas” con ambos.

Ortega, en el poder desde el 2007 tras gobernar el país entre 1985 y 1990, ha enfrentado desde abril pasado masivas manifestaciones opositoras, cuya represión dejó al menos 325 muertos, más de 700 detenidos y unos 50.000 exiliados, según grupos humanitarios. El gobierno contabiliza 198 muertos y 350 manifestantes presos.

Estados Unidos responsabilizó en julio pasado directamente a Ortega y a Murillo por la violencia, y pidió anticipar a este año las presidenciales del 2021 como “única” opción para superar la crisis.

Ortega había descartado esa opción, ya planteada por los obispos que mediaron en el primer y fallido diálogo con la oposición, entre mayo y junio pasado.

El segundo diálogo entre el gobierno y una delegación opositora, integrada por representantes de los empresarios y la sociedad civil, se reanudó este jueves tras un impasse, con la promesa de las autoridades de excarcelar a “presos políticos”.

"Claramente tienen que liberar a los presos políticos", afirmó Robinson, enfatizando que no alcanza con "liberar a arresto domiciliario".

El diplomático dijo que Estados Unidos apoya el diálogo y confía en que se encuentre “un mecanismo” para que los obispos vuelvan a la mesa tras haberse apartado. “Creemos que tienen un papel fuerte e importante que desempeñar”, adujo.

Robinson, expulsado en mayo de Venezuela acusado de injerencia en los asuntos internos, declinó hacer comparaciones entre Caracas y Managua. Pero opinó que tanto Venezuela, Nicaragua y Cuba –"la troika de la tiranía", según la Casa Blanca– presentan "desafíos".

"Lo que sucede en estos países influye en lo que sucede en la región", manifestó, y puso como ejemplo los "efectos secundarios" en Panamá y Costa Rica, destino de miles de nicaragüenses desde el estallido de las protestas.

Por eso, según explicó, Washington seguirá aplicando sanciones económicas y restringiendo el ingreso a Estados Unidos a quienes considere que cometen violaciones de los derechos humanos o actos de corrupción.

"Vamos a ser muy agresivos en identificar a los nicaragüenses que abusan de su poder", aseguró.

Estados Unidos ya aplicó sanciones y revocaciones de visas a personas del círculo más cercano a Ortega, incluida Murillo. Además, aprobó una ley que condiciona las inversiones, la Nica Act, que restringe el acceso de Nicaragua a créditos de organismos multilaterales.

Por su parte, la Eurocámara urgió este jueves a la Unión Europea (UE) a adoptar "un proceso escalonado de sanciones" contra el gobierno de Ortega hasta que se restablezcan "plenamente" los "derechos humanos y libertades fundamentales".

Regreso del diálogo

La oposición reanudó este jueves el diálogo con el gobierno de Daniel Ortega con una clara división en sus filas, provocada por discrepancias sobre un acuerdo alcanzado la víspera con las autoridades sobre la excarcelación de "presos políticos" en Nicaragua.

Las conversaciones arrancaron con la presencia de la comitiva oficial, presidida por el canciller Denis Moncada y la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) en la sede del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (Incae), en el sur de la capital.

Sin embargo, a la cita no acudió el representante de los estudiantes en la mesa de diálogo, Max Jerez, luego que la coalición universitaria rechazara el miércoles que se retomaran las negociaciones sin que el gobierno hiciera efectiva su promesa de liberar a los "presos políticos".

“Los presos políticos son nuestro punto prioritario. El acuerdo dice que no pueden salir todos al mismo tiempo, tendrán que salir paulatinamente de acuerdo con un cronograma”, explicó el jefe de la delegación opositora, Carlos Tünnermann, al ingresar a la sede de la reunión.