Cómo 'The Apprentice' de Donald Trump pasó del capitalismo al sexismo

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Nueva York

En sus años como protagonista del reality show The Apprentice, Donald Trump menospreció de forma reiterada a las mujeres con comentarios sexistas, según empleados del programa que dijeron que el empresario clasificó a las concursantes en función del tamaño de su pecho y hablaba sobre con cuáles le gustaría acostarse.

Associated Press entrevistó a más de 20 personas, entre exmiembros del equipo, editores y concursantes, que describieron un brusco comportamiento de Trump entre bambalinas del veterano programa, en el que aspirantes a empresarios recibían tareas a cumplir mientras competían por puestos de trabajo en empresas del magnate.

Los empleados y concursantes aceptaron compartir sus experiencias después de que el comportamiento de Trump con las mujeres se convirtiera en un tema central de la campaña a la presidencia de Estados Unidos.

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Entrevistados por separado, dieron versiones coincidentes sobre la conducta inapropiada del empresario.

Ocho exmiembros del equipo recordaron que hizo comentarios lascivos reiterados sobre una camarógrafa, de la que dijo que tenía un lindo trasero, comparando su aspecto con el de su hija, Ivanka.

En una temporada del programa, Trump pidió que las mujeres concursantes llevaran vestidos más cortos y que estos también tuvieran más escote, según el concursante Gene Folkes.

Varios miembros del reparto afirmaron que Trump pidió a una concursante que diera vueltas delante de él para poder mirar su figura.

Randal Pinkett, quien ganó el concurso en diciembre del 2005 y que recientemente criticó a Trump, expresó que recordaba al magnate de los bienes raíces hablando sobre con cuáles de las mujeres participantes querría acostarse, a pesar de que se había casado con la exmodelo Melania Knauss ese año.

Trump rechaza acusaciones

La campaña del candidato republicano a la presidencia rechazó las acusaciones.

"Estas acusaciones estrafalarias, sin base y totalmente falsas inventadas por exempleados resentidos y oportunidades hambrientos de publicidad carecen por completo de mérito", afirmó Hope Hicks, vocero de campaña de Trump.

"The Apprentice fue uno de los programas en horario de máxima audiencia más populares de todos los tiempos y tuvo cientos de empleados a lo largo de los años, muchos de los cuales respaldan la candidatura de Trump", añadió Hicks, quien declinó responder a preguntas concretas enviadas por correo electrónico y rechazó una petición de entrevista.

La exproductora Katherine Walker manifestó que Trump hablaba con frecuencia sobre el cuerpo de las mujeres durante las cinco temporadas que trabajó con él y que especulaba cuál de las concursantes sería "una tigresa en la cama".

Un exempleado que firmó un contrato de confidencialidad y pidió no dar su nombre, recordó que durante una sesión en la sala de juntas, Trump preguntó a concursantes varones si ellos se acostarían con una participante concreta y después expresó su propio interés.

"Todo el mundo intentaba que dejara de hablar y la mujer se encogía en su asiento", añadió el exempleado.

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Otros empleados entrevistados hablaron de experiencias profesionales y positivas con Trump y añadieron que nunca habían oído comentarios que les hicieran sentir incómodos.

"Daba un apoyo extraordinario. Se notaba que había respeto ahí por parte de todos, especialmente con las mujeres deportistas. Obviamente hacía cumplidos, pero nunca de manera inapropiada", mencionó la concursante y astro del softball estadounidense, Jennie Finch, quien compitió en dos Juegos Olímpicos.

La concursante Poppy Carlig, a la que el empresario pidió que diera vueltas, dijo considerar la petición de Trump "charla divertida".

"No llego directamente a la conclusión de que la gente tenga malas intenciones con lo que dice. Dijo que yo le recordaba a su hija y me pareció muy conmovedor, porque sé cuánto valora a su familia", detalló.

Doce exempleados o miembros del equipo hablaron con sus nombres sobre lo que describieron como comportamiento inapropiado del empresario.

Otros nueve hablaron sobre sus preocupaciones por el trato que ofrecía Trump a sus compañeras, pero no quisieron ser identificados porque habían firmado acuerdos de confidencialidad o les preocupaba destruir sus carreras o que Trump tomara represalias.

La mayoría no opinó sobre las elecciones de noviembre durante las entrevistas, aunque la mayor parte de los que sí lo hicieron solo expresaron que no apoyaban a Trump.

Trump ha defendido su historial de contratación de mujeres, pero ha recibido acusaciones frecuentes de sexismo.

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Otros ataques

En el primer debate republicano en agosto del 2015, la presentadora de Fox Megyn Kelly preguntó si un hombre que ha descrito a mujeres como "cerdos gordos, perros, sucias y animales repugnantes" tenía el carácter adecuado para ser presidente.

Tras ese debate, Trump atacó a Kelly y sus preguntas y dijo que "podía verse que le salía sangre por los ojos. Sangre saliendo de donde sea".

Las declaraciones de la ex Miss Universo, Alicia Machado, quien dijo que Trump la llamó "Señorita cerdita" porque ganó peso durante su reinado, se convirtió en material de campaña la semana pasada tras el primer debate presidencial. Trump fue propietario del concurso de belleza.

NBC, que emite la popular serie The Apprentice, derivó las preguntas sobre el tema al productor Mark Burnett, cuyo estudio derivó las llamadas a una compañía de relaciones públicas.

La empresa de relaciones públicas no respondió a múltiples mensajes de voz y correos electrónicos pidiendo comentarios, por lo que AP pidió antes a Burnett que proporcionará imágenes originales para analizarlas, pero esas llamadas no recibieron respuesta.

El programa se estrenó en el 2004 y propulsó a Trump al estrellato, tras una serie de bancarrotas y malas decisiones de negocio en la década de 1990 que habían golpeado a su imperio de bienes raíces, con base en Nueva York.

La serie, que pretendía resaltar la habilidad empresarial de Trump, fue un gran éxito y el nombre de Trump se convirtió en una marca global que ayudó a lanzar su carrera política.

Pero los exempleados indicaron que en el rodaje, normalmente en la Trump Tower, el trato que dio el empresario a las mujeres estuvo en ocasiones lejos de lo profesional.

Walker, que aseguró haber sido la única productora mujer de alta categoría durante la primera temporada, dijo que Trump se dirigió a ella durante un descanso fuera de la sala de control para preguntarle a quién debería despedir.

Walker expresó sus reparos a pronunciarse, pero señaló que los miembros del equipo le habían dicho que una concursante había hecho que su equipo fallara en un encargo.

Trump alzó las manos y las colocó ahuecadas sobre el pecho para preguntar si era una concursante con pechos grandes, dijo Walker.

Kristi Frank fue despedida al final del episodio.

En partes de reuniones de junta que nunca se emitieron, Trump pedía a menudo a los concursantes varones que clasificaran a sus competidoras por atractivo, indicaron exempleados y concursantes.

Jim Dowd, quien trabajó en relaciones públicas para Trump, NBC y The Apprentice entre el 2003 y el 2009, dijo que Trump es "un amante de las mujeres" y un hombre tradicional.

Ocho exempleados dijeron que Trump mostró un interés especial por una camarógrafa y solía hacer comentarios que hacía sentir incómodos a muchos en el plató.

Walker, la exproductora, dijo que estaba claro que Trump se sentía atraído por la camarógrafa desde el 2003.

Rebecca Arndt, una asistente de cámara que trabajaba en el programa tras la boda de Trump en el 2005, señaló que Trump detenía la producción para hacer comentarios sobre el aspecto de la camarógrafa delante del equipo.

German Abarca, otro operador de cámara, agregó que la mayoría del personal de cámara sabía que Trump se sentía atraído por su compañera.

Una exconcursante, Tyana Alvarado, dijo que no se sintió ofendida cuando Trump le dijo que era atractiva, pero señaló que el magnate jugaba con sus propias normas.