CIA aplicó torturas ‘brutales’ a sospechosos de terrorismo

Presos estuvieron aislados, se les privó de sueño, recibieron golpes y amenazas

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Washington. AFP, AP y EFE. La CIA ejerció prácticas brutales contra sospechosos de terrorismo al aplicar técnicas de interrogación que convirtieron sus prisiones en cámaras de sufrimiento y no hicieron más seguro al país tras los ataques del 11 de setiembre del 2001, concluyeron investigadores del Senado.

El informe sobre tortura elaborado por la Comisión de Inteligencia del Senado, acusó a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de engañar a sus jefes políticos sobre lo que hacía con los prisioneros en sus “sitios negros” y al país acerca de la eficacia de sus técnicas.

El informe, revelado ayer, fue el primer recuento público de las tácticas empleadas luego de aquellos atentados terroristas y describe actividades mucho más drásticas de las ya conocidas.

Entre los métodos utilizados estaban encierro en pequeños cofres, privación de sueño durante semanas, ahogamiento simulado y golpes, así como amenazas de muerte daño o violación sexual a los familiares de los detenidos.

El informe, de 525 páginas, con numerosos párrafos cubiertos con tinta negra para ocultar información confidencial, es apenas un resumen de una versión de más de 6.000 folios que se mantiene en secreto.

El texto se cuida de utilizar la palabra “tortura” y prefiere el eufemismo de “técnicas reforzadas de interrogatorio”, adoptado en el gobierno del presidente George W. Bush.

Una mancha. Dianne Feinstein, senadora demócrata (California) y titular de la Comisión, calificó los hallazgos como una mancha en la historia del país.

“Bajo cualquier acepción común del término, los detenidos de la CIA fueron torturados ” , dijo al presentar a los senadores un recuento amplio de las técnicas que la investigación enumera.

El informe puntualizó que se usaron baños con agua helada, amenazas de muerte, la exposición al frío de prisioneros esposados y mucho más. Tres detenidos sufrieron simulación de ahogamiento (“submarino”) .

Pero las “técnicas de interrogatorio forzadas” no dieron resultados en lo que realmente importaba, afirmó el texto en su conclusión más controvertida.

Con despachos, correos electrónicos y transcripciones de entrevistas de la propia CIA, refutó la justificación principal de la tortura: que se salvaron vidas estadounidenses y se frustraron conjuras terroristas.

Ayer mismo, el director de la Agencia, John Brennan, insistió en el logro de esas prácticas, las cuales “produjeron información de inteligencia que ayudó a frustrar planes de ataque, capturar terroristas y salvar vidas”.

Desinformación adrede. El texto acusó también a la CIA de haber presentado “información incorrecta” entre el 2002 y el 2007 al Departamento de Justicia sobre el alcance y los efectos de la tortura, e impedir que el Congreso lograra supervisar la aplicación de ese método de interrogatorio.

La administración del programa por parte de la CIA “complicó, y en algunos casos impidió” la acción de otros departamentos del Gobierno federal.

Según el informe, “la CIA coordinó el filtrado de información clasificada para la prensa, incluyendo información incorrecta sobre la eficacia” de los interrogatorios bajo tortura.

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El presidente Barack Obama repudió esas prácticas que son “incoherentes” con los valores de la nación estadounidense y no ayudan a los esfuerzos contra el terrorismo ni a los “intereses de seguridad nacional”.

El informe provocó repulsión en algunos legisladores, mientras que otros pusieron en duda su veracidad, y hubo un duro debate en torno a la conveniencia de haberlo divulgado.

El senador republicano John McCain, quien fue prisionero de guerra en Vietnam y fue sometido a torturas, rompió filas con sus compañeros de partido al dar la bienvenida al informe y respaldar sus hallazgos. “A veces la verdad es difícil de aceptar”, dijo.