China convoca su gran sesión política anual para mostrar un retorno a la normalidad

Encuentro, que reúne a unos 3.000 diputados dentro del Palacio del Pueblo de Pekín, dará inicio el 22 de mayo

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Pekín. La sesión anual del Parlamento chino se celebrará a finales de mayo, anunciaron este miércoles las autoridades del país, en un claro intento de enviar al mundo una señal de su retorno a la normalidad tras la pandemia del coronavirus.

La sesión, que se celebra todos los años desde 1978 y reúne a unos 3.000 diputados dentro del majestuoso Palacio del Pueblo de Pekín, comenzará el 22 de mayo.

"Es una señal de fortaleza", interpretó el politólogo Willy Lam, de la universidad china de Hong Kong.

Según Lam, "el mensaje es que bajo la dirección de (el presidente) Xi Jinping, el país ha controlado muy bien la epidemia, mucho mejor que Estados Unidos", donde el virus ha matado más estadounidenses que la guerra de Vietnam.

La gran reunión del Parlamento chino tendría que haberse celebrado a principios de marzo, pero la pandemia llevó a postergarla.

Esta sesión plenaria quiere mostrar la unión del país y para ello se recurre a imágenes inundadas de banderas rojas y a votos de nuevas reglas prácticamente unánimes.

Hasta ahora, reunir a 3.000 diputados en Pekín parecía impensable ya que el país debía respetar medidas drásticas de confinamiento y una gran parte de los chinos tenía que quedarse en casa para evitar contagios.

En este momento, la situación "mejora progresivamente" sanitariamente y la vida económica y social "retoman poco a poco su ritmo normal", según la agencia oficial Xinhua (China Nueva), quien estima que se dan las condiciones para que el parlamento pueda reunirse.

Este miércoles, el ayuntamiento de Pekín anunció que se levantaba la cuarentena obligatoria de 14 días a la que estaban sometidas todas las personas que llegaban a la capital china.

Sin embargo, los viajeros procedentes de Hubei, kilómetro cero de esta pandemia, o los extranjeros siguen estando obligados a estar aislados dos semanas.

En pie

El nuevo coronavirus brotó a finales del año pasado en Wuhan, ciudad del centro del país, e infectó a unas 83.000 personas, de las que 4.633 murieron. Posteriormente, se extendió al mundo entero.

Tras haber tardado en reaccionar y haber reprimido a quienes dieron la alarma, el gobierno chino tomó medidas radicales con la instauración de una cuarentena en la provincia de Hubei, cuya capital es Wuhan, y la paralización económica de buena parte del país.

Convocar al Parlamento es “la prueba de que China está de nuevo en pie y de que su maquinaria económica vuelve a rugir”, según Lam.

El experto estima que este anuncio también busca tranquilizar a los ciudadanos chinos después de que la economía sufriera un fuerte retroceso en el primer trimestre (-6,8%).

La sesión anual parlamentaria es el momento también de anunciar la previsión del crecimiento anual. No obstante, viendo el contexto económico incierto, tal vez se ofrezcan previsiones para los dos años venideros, según Trivium China, firma especializada en economía.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó que el crecimiento en China será “moderado” y alcanzará el 1,2% en el 2020 y llegará a 9,2% en el 2021, cuando la economía mundial se reactive.

Xinhua no señaló si todos los diputados estarán presentes en Pekín en la sesión o si en algunos casos podrán conectarse por teléfono.

La reunión de los diputados dura 10 días. Este año se espera que se presenten 17 leyes sobre salud e higiene, según Xinhua.

Entre las normas, también figuran prohibiciones del comercio ilegal de animales salvajes y un fortalecimiento de la legislación para prevención de epidemias.

Por otra parte, este miércoles las autoridades anunciaron que el viernes se reabrirá la Ciudad Prohibida, gran atracción turística en Pekín. Muy cercana a la plaza de Tiananmén, fue cerrada el 25 de enero a causa del confinamiento por la epidemia de covid-19.

Eso sí, solamente podrán ingresar al enorme recinto 5.000 personas diarias, contra 80.000 antes de la pandemia. Los visitantes, portando mascarillas, deberán mostrar su código de salud, que los declara sanos. Funcionarios tomarán la fiebre a los turistas y si la tienen elevada o tosen, serán rechazados.

El viernes también se comenzarán a reabrir progresivamente otros museos.