China comete ‘genocidio’ contra minoría musulmana uigur, afirma secretario Pompeo

También asevera que Pekín ha incurrido en ‘crímenes contra la humanidad’ desde al menos el 2017

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Washington. Estados Unidos considera que China comete un “genocidio” contra los musulmanes uigures en la región de Xinjiang, declaró este martes el secretario de Estado saliente, Mike Pompeo, la víspera de la investidura del presidente electo, Joe Biden.

"Creo que ese genocidio sigue adelante y que asistimos a un intento sistemático de destruir a los uigures por parte del partido-Estado chino", aseguró en un comunicado.

Pompeo también mencionó “crímenes contra la humanidad” perpetrados “desde al menos marzo del 2017” por las autoridades chinas contra los uigures y “otros miembros de minorías étnicas y religiosas de Xinjiang”.

Las críticas del jefe de la diplomacia a China han sido una constante durante su mandato, pero hasta el momento siempre había evitado acusar a Pekín de genocidio, aunque había comparado su actitud hacia los uigures con las políticas nazis.

Según expertos extranjeros, más de un millón de uigures están detenidos en campos de reeducación política.

Pekín desmiente esa información y afirma que se trata de centros de formación profesional destinados a alejarlos del terrorismo y el separatismo tras atentados atribuidos a los uigures.

A diferencia de varias de las últimas decisiones de Pompeo, consideradas como obstáculos para la política extranjera de Biden, la declaración de genocidio podría ser bien acogida por la nueva administración.

De hecho, antes de su elección en noviembre, el mandatario electo declaró que la represión contra los uigures era un "genocidio perpetrado por el gobierno autoritario de China", según un comunicado de su equipo de campaña publicado en agosto.

Luego de las palabras de Pompeo, el gobierno de Biden podría mantener la declaración de genocidio, sin tener que afrontar la cólera de Pekín por ese comunicado, mientras busca áreas de cooperación con el gigante asiático.

Presión contra Pekín

La administración saliente de Donald Trump ya tomó varias decisiones para aumentar la presión contra China por su actitud con los uigures, incluido el bloqueo de todas las importaciones de algodón de Xinjiang. La región es uno de los mayores productores mundiales de hilo utilizado en la industria textil.

Varios gobiernos de Washington han sido precavidos a la hora de usar la palabra genocidio, conscientes de las implicaciones legales que podría tener ese término tanto en Estados Unidos como en el extranjero.

En un estudio publicado el año pasado, el investigador alemán Adrian Zenz afirmó que China impuso la esterilización a numerosas mujeres uigures y las presionó para que abortaran los embarazos que excedieran las cuotas de nacimiento. Pekín negó ese informe.

En su comunicado, Pompeo instó a China a “poner fin a su sistema de campos de internamiento y de detención, de residencias vigiladas y de trabajo forzoso”, y a “cesar las medidas coercitivas de control de la población, incluidas las esterilizaciones impuestas, la contracepción obligatoria y la retirada de los niños de sus familias”.