Cataluña elegirá Parlamento el domingo en plena pandemia de covid-19

Socialistas de Pedro Sánchez encaran difícil reto de desbancar a los independentistas del Gobierno autónomo

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Barcelona. Escenario de un intento de secesión en el 2017, Cataluña celebra el domingo unas elecciones regionales llenas de incertidumbre por la pandemia de covid-19 en las que el dirigente español Pedro Sánchez puede fracasar en su intento de desbancar al independentismo del poder.

Las autoridades autónomas trataron de aplazar los comicios a finales de mayo, pero la Justicia suspendió el aplazamiento a pesar de la alta incidencia de covid-19 en las últimas semanas y el riesgo de una alta abstención.

En una controvertida decisión, las personas infectadas o en cuarentena podrán acudir a votar presencialmente de 7 p. m. a 8 p. m., justo antes del cierre de los centros electorales, que abrirán a las 9 a. m. (2 a. m. hora de Costa Rica).

“Todo el mundo debe poder votar, nadie queda fuera del voto”, justificó Ismael Peña López, encargado de procesos electorales del Gobierno autónomo catalán.

Aunque en esa franja estarán protegidos con traje integral, guantes y pantallas faciales, entre los miembros designados por sorteo para trabajar en locales electorales cundió el miedo y cerca de 31.000 de un total de 82.000 pidieron no acudir.

Entre ellos se cuenta Rodrigo Sánchez, un banquero de 53 años cuya mujer sufre cáncer y tenía programada una sesión de quimioterapia tres días antes del voto.

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Los médicos “nos advierten de que no es buena idea que una persona que convive con la enferma esté expuesta durante tantas horas”, señaló.

Su petición fue rechazada, pero se plantea desobedecer aunque esto le conlleve sanciones. “Tienes que elegir entre la bolsa o la vida (...) Pero la vida de mi mujer está por encima”, explicó.

El número de alegaciones aceptadas no trascendió, pero las autoridades insisten en que el escrutinio no peligra.

El Gobierno regional asegura haber dispuesto todas las medidas sanitarias como pruebas de antígenos y mascarillas FFP2 para el personal electoral, locales espaciosos y ventilados o incluso abiertos.

El centro electoral "es realmente un lugar más seguro que ir en metro o a trabajar", aseguró Peña López.

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Más de 5,5 millones de electores de esta región de 7,8 millones de habitantes están llamados a votar en estos comicios, cuyos resultados se esperan la noche del domingo.

Además de la situación sanitaria, la incertidumbre es también política en esta rica región del noreste de España, marcada desde hace diez años por el auge del independentismo que la gobierna desde 2015.

Los comicios, los quintos desde el 2010, se convocaron por la inhabilitación judicial en setiembre del expresidente Quim Torra, condenado por desobedecer a la Junta Electoral.

En el poder desde el 2018, Pedro Sánchez trató de apaciguar la tensión que había desencadenado el intento de secesión de octubre del 2017 liderado por el expresidente regional Carles Puigdemont, quien escapó a Bélgica.

Objetivo de Sánchez

Con el propósito de desalojar a los separatistas del Gobierno regional, el presidente del Gobierno español colocó como candidato a su exministro de Sanidad Salvador Illa, cara visible de la lucha contra la pandemia.

Los sondeos de intención de voto lo ubican luchando por la victoria con los grandes partidos separatistas, aunque muy lejos de la mayoría necesaria para gobernar esta comunidad con un idioma propio y amplias competencias.

En cambio, y a pesar de sus divisiones, los independentistas podrían conservar o ensanchar la mayoría absoluta que actualmente ostentan en el Parlamento regional, con 70 diputados de 135.

La duda es cuál agrupación separatista quedará por delante: Juntos por Cataluña (JXC) de Puigdemont, que aboga por mantener la confrontación con Madrid, o sus socios de gobierno de Izquierda Republicana (ERC), que ha moderado sus postulados y sostiene a Sánchez en el Parlamento nacional.

En las elecciones del 2017, ERC partía como favorita, pero terminó por detrás de Puigdemont, un escenario que podría repetirse ahora cuando JxC está remontando en los sondeos.

“Una derrota de ERC reforzaría a quienes están en contra de cooperar con el Gobierno Central”, manifestó Antonio Barroso, del gabinete de análisis Teneo.

En un escenario muy fragmentado, el próximo gobierno dependerá de las negociaciones poselectorales, en las que los independentistas se comprometieron a no cerrar acuerdos con Salvador Illa.

“La formación de gobierno será complicada y no debe descartarse una repetición electoral. En cualquier caso, los secesionistas parten con mejores perspectivas dado que los no separatistas difícilmente formarán un frente unido”, indicó Barroso.