Boris Johnson recibe duras críticas por su retórica incendiaria sobre el ‘brexit’

El primer ministro recibe otro varapalo en el Parlamento, que rechaza un breve receso durante la próxima semana

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Londres. El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, enfrentaba este jueves un alud de críticas por su oratoria, calificada de incendiaria y peligrosa en el acalorado debate del brexit, que divide a la sociedad británica y provoca violentos enfrentamientos verbales entre los políticos.

"Ayer (...) se pronunciaron palabras airadas, el ambiente era tóxico", lamentó el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, que llamó a los diputados a "tratarse como oponentes y no como enemigos".

Johnson pasó a la ofensiva el miércoles cuando los diputados regresaron al trabajo, en una sesión marcada por los fuertes choques retóricos, tras la anulación por la Justicia de su decisión de cerrar el Parlamento hasta las semanas previas al brexit, previsto el 31 de octubre.

El controvertido primer ministro rehusó disculparse, fustigó a los legisladores por aprobar una “ley de rendición” que le obligaría a solicitar un nuevo aplazamiento del brexit y afirmó que “no traicionaría” el mandato del pueblo de abandonar la Unión Europea.

En tanto, Johnson sufrió este jueves su sétima derrota consecutiva en el Parlamento: por 306 votos contra 289 los diputados rechazaron la propuesta conservadora de hacer un breve receso la próxima semana, de lunes a miércoles, para permitir a los miembros del partido gubernamental acudir a su congreso anual.

El Parlamento no suele trabajar durante las semanas destinadas a las conferencias de las agrupaciones políticas.

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El brexit divide profundamente al país desde el referendo del 2016 –en que el voto afirmativo por el abandono de la Unión Europea ganó por 52%– y el ambiente está cada vez más enrarecido por el caos político y los sucesivos retrasos de la fecha de salida, inicialmente fijada para el 29 de marzo.

Una diputada antibrexit, la laborista Jo Cox, fue asesinada por un ultraderechista durante la campaña para el referendo, conmocionando al país. Y este año, la seguridad tuvo que ser incrementada para proteger a una serie de legisladores que recibieron amenazas por sus posiciones.

“Muchos de nosotros sufrimos amenazas de muerte y abusos todos los días”, le manifestó a Johnson la diputada laborista Paula Sherriff. Y, llamando al primer ministro a “moderar su lenguaje”, aseguró que dichas amenazas “a menudo citan sus palabras: ‘rendición’, ‘traición’”.

“Tengo que decir que nunca en mi vida había oído semejante patraña”, respondió Johnson y consideró que la mejor manera de honrar a Cox “sería llevar a cabo el brexit”, lo que provocó una ola de indignación.

‘Daño a nuestra democracia’

Según los sondeos, los enfrentamientos de Johnson con la oposición sobre el brexit le están ganando apoyos entre los votantes cuando se vislumbra la convocatoria de legislativas anticipadas en los próximos meses. Sin embargo, lo cierto es que también el primer ministro ha sido blanco de insultos y duros ataques verbales.

El líder del Partido Laborista (opositor), Jeremy Corbyn, lo acusó el miércoles de utilizar un lenguaje “indistinguible del de la extrema derecha.

Incluso algunos miembros del gobierno parecían desconcertados. “Todos debemos ser conscientes del impacto de lo que decimos”, manifestó la ministra de Cultura y Medios de Comunicación, Nicky Morgan.

“El lenguaje que se está usando está haciendo mucho daño a nuestra democracia”, declaró a la radio BBC el nieto de Winston Churchill, Nicholas Soames, expulsado del Partido Conservador por rebelarse contra Johnson.

Intentando relativizar, Brendan Cox, esposo de la diputada asesinada, afirmó que Johnson hizo estas declaraciones en el marco de “un acalorado debate”. Pero “todo esto es importante porque tiene consecuencias reales en el mundo”, agregó.

Ya en abril, el jefe del Consejo Nacional de Jefes de Policía –organismo que coordina a las fuerzas de seguridad británicas– Martin Hewitt había llamado públicamente a los responsables políticos a evitar la retórica “febril” para no exacerbar las tensiones sociales.

Por petición de Bercow, el ambiente en la Cámara de los Comunes debía ser más tranquilo el jueves por la tarde cuando los diputados voten la propuesta conservadora de hacer un breve receso la semana próxima para permitir a los miembros del partido gubernamental acudir al congreso anual de su formación.

"No quiero y no haré comentarios sobre lo que sucede en Westminster", dijo en Bruselas el negociador jefe de la UE, Michel Barnier, expresando "respeto por la situación política británica".

Y precisó que la UE sigue esperando propuestas de Londres que permitan avanzar hacia un acuerdo de divorcio, a poco más de un mes de la fecha del brexit.