Barack Obama ofrece a los aliados apoyo a seguridad en el golfo Pérsico

Reunión que sostuvo el gobernante en la Casa Blanca con las altas monarquías se centro en negociaciones del programa nuclear de Irán

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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, prometió ayer a las naciones del golfo Pérsico ayudarlas a proteger su seguridad y mencionó explícitamente el potencial uso de la fuerza militar, a la vez que ofreció garantías de que un acuerdo internacional nuclear con Irán no los dejaría más vulnerables.

Obama indicó que Estados Unidos se uniría al Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) para "disuadir y confrontar una amenaza externa a la integridad territorial de cualquier Estado miembro del Consejo".

La agenda de la reunión con representantes de Arabia Saudita, Baréin, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Oman y Catar, se centró en las negociaciones por el programa nuclear iraní, que la Casa Blanca considera prioritario para la seguridad de la región, pero también sobre el apoyo de Irán a los rebeldes chiítas en Yemen y al presidente sirio Bashar al Asad.

"Se trata de una negociación sobre la cuestión nuclear, no de una reaproximación más profunda entre Estados Unidos e Irán", destacó este jueves Ben Rhodes, un consejero muy próximo de Obama, al fin de la primera sesión de reuniones.

Rhodes admitió que la perspectiva de levantamiento de las sanciones a Irán (en el marco de las negociaciones que podrían ser concluidas a fines de junio) inquieta a los países de la región.

Las monarquías de la zona del Golfo temen que el levantamiento de sanciones y la recuperación de la economía iraní refuercen la tendencia de Teherán a intervenir en la región.

Para Rhodes, "las sanciones nunca impidieron que Irán realice acciones desestabilizadoras", y por ello consideró que son mayores las posibilidades de que el país evolucione hacia una aproximación "constructiva" con la firma de un acuerdo.

En Yemen, donde Irán apoya a rebeldes hutíes, la coalición montada por Arabia Saudita mantiene una frágil tregua después de varias semanas de ataques aéreos. El gobierno yemení llamó el jueves a su encargado de negocios en la embajada ante Teherán para protestar por la "injerencia" iraní.

Se trata de apenas la segunda vez que el presidente estadounidense usa la residencia de Camp David -a unos cien kilómetros al norte de Washington- para recibir a dirigentes extranjeros, después de una cumbre del G8 en mayo de 2012.

El lugar está cargado de historia: fue allí que en 1978 israelíes y egipcios mantuvieron reuniones secretas para negociaciones que concluyeron con la firma de Menachem Begin y Anuar al Sadat a un acuerdo de paz, conocido desde entonces como "acuerdos de Camp David"

De los líderes de seis países invitados por Obama , solamente dos están representados por sus máximos dirigentes: Catar y Kuwait.

En ausencia del rey Salman, de Arabia Saudita, quien declinó a último momento la invitación de la Casa Blanca, Obama recibió al príncipe heredero, Mohammed ben Nayef, así como al hijo del rey y ministro de Defensa, el príncipe Mohammed ben Salman.