Asesinos de Berta Cáceres habrían recibido unos ¢12 millones por el crimen

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Tegucigalpa

Los presuntos autores intelectuales y materiales del asesinato de la ambientalista hondureña Berta Cáceres, el 3 de marzo, habrían recibido un pago de casi $22.000 (unos ¢12 millones), según la confesión de uno de ellos registrada en un informe difundido por la prensa local.

El informe, que es difundido por el capitalino diario El Heraldo, señala que quienes ordenaron el asesinato de Cáceres pagaron un total de 500.000 lempiras (cerca de $22.000).

Según el informe, una fuente anónima reveló que uno de los militares detenidos como sospechosos "confesó haber participado en el crimen" y que recibió cerca de $22.000 por planificar el asesinato.

LEA: Sospechosos de asesinar a ambientalista en Honduras irán a juicio esta semana

El sospechoso, cuya identidad no es revelada, detalló la forma en la que se distribuyó el dinero y, según la publicación, cada sicario que participó en el crimen recibió una paga de 50.000 lempiras ($2.200).

Cáceres fue asesinada el pasado 3 de marzo en la ciudad occidental de La Esperanza, donde residía, al parecer por hombres armados.

La Justicia de Honduras impuso el domingo prisión preventiva a los cuatro presuntos implicados detenidos hasta ahora por el asesinato de la dirigente indígena.

Los acusados son Douglas Bustillo; Mariano Díaz Chávez, un mayor del Ejército hondureño; Edilson Duarte, capitán retirado; y Sergio Rodríguez, ejecutivo de la empresa Agua Zarca que impulsa un proyecto hidroeléctrico en el occidente de Honduras, al que se oponía Cáceres.

Los cuatro sospechosos fueron arrestados el pasado lunes en allanamientos simultáneos ejecutados en Tegucigalpa y la ciudad de La Ceiba, en el Caribe hondureño, en el marco de la "Operación Jaguar".

Un quinto implicado en el crimen, identificado como Emerson Duarte, hermano gemelo de Edilson Duarte, fue detenido el mismo lunes pero se le había dejado en libertad en La Ceiba.

Pero el viernes el Ministerio Público hizo un requerimiento fiscal de Duarte, quien, según investigaciones, tenía en su poder el arma con la que Cáceres fue asesinada, por lo que ese mismo día fue trasladado a Tegucigalpa para comparecer ante un juez esta semana.

El informe del mismo rotativo hondureño señala que existe un vídeo sobre el asesinato de Cáceres, quien además era coordinadora general del Comité Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh).

El video fue obtenido por la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) para su análisis y muestra "a cuatro individuos ingresando a la casa de la fallecida (Berta Cáceres) en la madrugada del día de su muerte", añade la publicación.

LEA:Dos militares presos por crimen de ambientalista en Honduras

No obstante, el video "no aportaba imágenes claras", por lo que agentes de la Oficina Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés), que colaboran en el caso, "procesaron el material para limpiarlo y así visualizarlo".

La misma fuente señaló que en el video se observa el coche que utilizaron los sicarios para trasladarse hasta la casa de la ambientalista, el cual está en poder de las autoridades hondureñas, apunta el informe.

Según la misma publicación, se presume que uno de los cuatro sicarios que aparecen en el vídeo es una sexta persona implicada en el crimen que está prófuga de la Justicia y cuya identidad no ha sido precisada por las autoridades.

Cáceres denunció en varias ocasiones que era amenazada de muerte, lo mismo que varios miembros de su familia, por su oposición a la construcción de hidroeléctricas en territorios indígenas.