Angola acusa a hija de expresidente por fraude, desvío de fondos públicos y lavado de dinero

Fiscalía General también le imputa a Isabel dos Santos tráfico de influencias, abuso de bienes sociales y falsificación de documentos

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Luanda. La multimillonaria angoleña Isabel dos Santos, hija del expresidente José Eduardo dos Santos, fue acusada oficialmente de fraude, desvío de fondos públicos y blanqueo de dinero, por la Justicia de Angola, que asegura hacer todo lo posible para llevarla de vuelta al país y juzgarla.

Buscada desde hace varias semanas por la Justicia del país africano, Dos Santos fue acusada además de tráfico de influencias, abuso de bienes sociales y falsificación de documentos cuando era presidenta del grupo petrolero público Sonangol, informó el miércoles en la noche el fiscal general, Helder Pitta Gros, quien en la jornada viajó a Lisboa.

La imputada rechazó las acusaciones y se declaró "lista a combatir", según un comunicado difundido por una agencia de comunicación basada en Londres.

"Las acusaciones que se han hecho en mi contra en los últimos días son engañosas y falsas", explicó.

Este jueves fue encontrado muerto en Lisboa el banquero portugués que administraba sus cuentas en el banco Eurobic, del cual ella es la principal accionista.

Por otro lado, el jefe de uno de los más grandes bancos de Angola renunció tras ser mencionado en el caso de Isabel dos Santos, según carta enviada a AFP el jueves.

Mario Leite da Silva, director del Banco de Fomento Angola (BFA), el tercer banco del país, hizo el anuncio en una misiva fechada el 20 de enero, luego de que su nombre apareció involucrado.

Da Silva fue mencionado el miércoles por el fiscal del país como uno de los cinco sospechosos investigados por fraude y corrupción en la empresa petrolera estatal Sonangol.

Según los Luanda Leaks publicados el fin de semana pasado, Da Silva era un “alto consejero financiero” de Isabel dos Santos.

Poder y riqueza

Considerada la mujer más rica de África, Dos Santos también dirigió otras compañías públicas angoleñas, en sectores como minería y telecomunicaciones, e invirtió en varias empresas, en especial en bancos portugueses.

La investigación sobre Isabel dos Santos al frente de Sonagol, institución que presidió desde junio del 2016 a noviembre del 2017, comenzó luego de que su sucesor, Carlos Saturnino, denunció “transferencias irregulares de dinero”.

Dos Santos es sospechosa de haber aprovechado el respaldo de su padre para hacerse con fondos estatales e invertirlos en el extranjero con ayuda de empresas occidentales.

Abandonó Angola después de que su padre, quien gobernó al país durante casi 40 años, renunció a la Presidencia en el 2017 y fue remplazado por Joao Lourenco. Desde entonces vive entre Londres y Dubái.

La acusación se produce tres días después de la publicación de los Luanda Leaks por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, con sede en Nueva York (ICIJ, según sus siglas en inglés), integrado por 36 medios de prensa que movilizaron a 120 periodistas en 20 países.

Los documentos difundidos por el ICIJ, que en 2016 ganó fama por los Panamá Papers, investigación sobre la evasión fiscal, demostrarían que Isabel dos Santos desvió cientos de millones de dólares de fondos públicos hacia cuentas personales en paraísos fiscales.

La investigación "basada en el análisis de más de 715.000 documentos" deja "en evidencia las fallas del sistema regulatorio internacional, que permite a empresas de servicios profesionales servir a los poderosos prácticamente sin hacer preguntas", afirmó el ICIJ.

El lunes, tras de la difusión de los documentos de Luanda Leaks, el fiscal general, Pitta Gros, declaró que estaba determinado a “usar todos los medios” para llevar a Angola a Dos Santos.

“Activaremos todos los mecanismos internacionales para traer de vuelta a Isabel dos Santos al país”, declaró a la radio nacional.

Gros confirmó que dos Santos se encuentra entre los cinco sospechosos del caso, todos residentes en el extranjero.

“En este momento, la preocupación es notificar y hacer que enfrenten voluntariamente a la Justicia”, manifestó el fiscal, quien resaltó que en ningún momento la acusada mostró deseo de “colaborar con la Justicia” angoleña.

Ella refutó las acusaciones con una salva de mensajes en la red social Twitter, en portugués e inglés, en los que acusó a los periodistas de investigación de contar "mentiras". Se dijo víctima de una "caza de brujas" que busca manchar su reputación y la de su padre.

"Mi fortuna está construida gracias a mi carácter, mi inteligencia, mi educación, mi capacidad de trabajo y mi perseverancia", escribió.

También acusó de "racismo y prejuicios" a SIC-Expresso, cadena de televisión y diarios portugueses, que integra ICIJ, cuyo comportamiento, según Dos Santos, "recuerda a la era colonial, cuando un africano nunca podía ser considerado igual a un europeo".

El abogado de Dos Santos calificó la investigación de “ataque coordinado” por los actuales dirigentes de Angola, en un comunicado tomado por el diario británico The Guardian.

Este jueves, en Lisboa, el banquero Nuno Ribeiro da Cunha “fue hallado muerto y todo hace creer que se trató de un suicidio”, declaró un portavoz policial. El banquero “se habría suicidado ahorcándose en su garaje”, señaló en un comunicado.

De 45 años, este hombre trabajaba para el banco Eurobic, del cual Dos Santos es principal accionista, y al igual que ella fue inculpado el miércoles en Angola en "Luanda Leaks".

Dos Santos aseguró la semana pasada que no descarta ser candidata a la presidencia de su país en el 2022.