Bogotá. AFP. El presidente Alvaro Uribe anunció el miércoles la captura de Daniel Rendón Herrera, alias "Don Mario", un narcoparamilitar considerado como el hombre más buscado de Colombia.
Uribe se encuentra en Río de Janeiro, donde interrumpió una reunión con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva para hacer el anuncio.
"Esta mañana interrumpí la reunión con el presidente Lula, y le pasé el teléfono en que tenía al comandante de la policía de Colombia, dando la buena noticia de que uno de los ex paramilitares reincidente (Daniel Rendón Herrera), uno de los narcotraficantes criminales más temibles del mundo, fue capturado en la selva colombiana después de largos meses de paciente persecución", dijo Uribe en su declaración a los periodistas.
Esta captura "demuestra el profesionalismo, la capacidad de nuestras fuerzas armadas", agregó Uribe.
"Por eso, repito, hago llegar una felicitación muy grande desde el fondo del alma a la policía nacional, a su director, el general (Oscar) Naranjo, al coronel (César Augusto) Pinzón y a todos aquellos que han intervenido" en la aprehensión".
Fue "un operativo muy bien estudiado, muy bien ejecutado, muy pacientemente planificado. Una gran labor para reunir inteligencia y para operar con esa inteligencia", añadió el jefe de estado.
Según el primer mandatario, en la pasada Semana Santa "vivimos una especie de vigilia de seguimiento a este operativo".
Uribe, hablando luego en inglés para los periodistas extranjeros en Río de Janeiro, reitero que "quiero felicitar a los militares y la policía, fue una operación de mucha paciencia, tomó mucho tiempo. Hemos arrestado a Mario y ahora debemos continuar trabajando para arrestar a los otros que continúan en libertad.
"Es una nueva prueba de que nuestra policía, nuestras fuerzas armadas, nuestro gobierno, tienen la capacidad de combatir el crimen, y de que día a día, Colombia se está librando del crimen.
"El arresto de este individuo es un paso más en esa dirección. Quiero felicitar a la policía, este es un estímulo para nuestra policía y nuestro ejército para alcanzar nuevos éxitos".
Previamente, César Velásquez, jefe de prensa de la Presidencia, también hablando desde Brasil, le dijo a la AP que Rendón Herrera fue detenido en una región del Urabá antioqueño, al norte del país. En el operativo participaron más de 300 hombres, según la policía.
En Washington, el jefe de inteligencia de la DEA, Anthony Placido, dijo que Herrera está solicitado en Estados Unidos por cargos de narcotráfico, y el gobierno estadounidense podría solicitar su extradición. Las extradiciones desde Colombia suelen tardar varios meses.
Daniel Rendón Herrera tiene 43 años y nació en el municipio de Amalfi, departamento de Antioquia, al noroeste de Bogotá.
Su accionar delincuencial y paramilitar se asocia directamente a la llamada "casa Castaño", es decir, la conformada por los fundadores de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC): Fidel, Carlos y Vicente Castaño Gil. De hecho, los Castaño también nacieron en la localidad de Amalfi.
Alias "Don Mario" es hermano de otro temido jefe paramilitar: Freddy Rendón Herrera, alias "El Alemán", quien está detenido luego de someterse a la ley de Justicia y Paz para su desmovilización. Con el bloque paramilitar de su hermano, alias "Don Mario" se desmovilizó en 2006.
Sin embargo, poco después, cuando el gobierno ordenó que todos los jefes paramilitares debían ir a prisión, "Don Mario" huyó y se perdió en la clandestinidad.
Un documento de la Corte Suprema de Justicia, del pasado 11 de marzo, refiere algunos de los procesos judiciales que se le siguen al hoy capturado en Colombia. Son expedientes por los delitos de homicidio, concierto para delinquir, tráfico y fabricación de estupefacientes y sedición.
Sobre alias "Don Mario" pesan también varias sentencias condenatorias.
Alonso Salazar, alcalde de Medellín, aseguró que "al menos el 40% de las muertes violentas" que se han registrado en esa ciudad en las últimas semanas son obra de alias "Don Mario" y de su organización delincuencial.
Por alias "Don Mario", las autoridades ofrecían una recompensa de 5.000 millones de pesos (un poco más de dos millones de dólares).
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Delvin Barrett, de AP Washington, y Marco Sibaja de la AP en Río de Janeiro colaboraron para este despacho.