Podría haber tregua durante diálogo de paz Gobierno-FARC

Según información que se filtró, el tema estaría en la agenda de las conversaciones

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Bogotá. (AFP). Una agenda que habrían pactado el Gobierno de Colombia y las FARC, filtrada este miércoles a la prensa local, contempla la posibilidad de un cese al fuego durante las esperadas negociaciones de paz.

El exvicepresidente Francisco Santos, primo del presidente Juan Manuel Santos pero que pertenece a la corriente más opositora a e sus políticas, divulgó en su programa de RCN Radio un documento que habrían acordado delegados del gobierno y la guerrilla comunista en contactos que iniciaron el 23 de febrero en La Habana.

La filtración se produjo cuando el país sigue a la espera de que el presidente Santos ofrezca más detalles sobre las "conversaciones exploratorias" que ha autorizado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) y confirme si se abren unas negociaciones de paz.

Por el momento no ha habido reacción oficial sobre el documento difundido por quien fuera vicepresidente durante el mandato de Álvaro Uribe (2002-2010).

El texto desglosa los seis puntos de la agenda que habrían elaborado ambas partes para "iniciar conversaciones directas e ininterrumpidas" para concluir el conflicto armado colombiano después de casi medio siglo.

También contempla la colaboración en los diálogos, que tendrían su base en La Habana, de los gobiernos de Cuba, Noruega, Venezuela y Chile.

El tercer punto de la agenda, titulado 'Fin del conflicto', prevé abordar un "cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo".

Varias voces coincidieron este miércoles en la necesidad de acordar una tregua durante el curso de las negociaciones, a diferencia de lo que ocurrió en el último proceso de paz que se alargó por cuatro años hasta su fracaso en 2002.

"Nuestra experiencia global indica que los procesos de paz funcionan mejor cuando hay cese al fuego", dijo a la prensa Todd Howland, delegado en Colombia de la ONU para Derechos Humanos.

La exsenadora Piedad Córdoba también consideró "muy importante que el gobierno y la insurgencia pacten un cese (al fuego) bilateral" con una "revisión permanente de la comunidad internacional".

Córdoba, facilitadora de la liberación unilateral de decenas de secuestrados de las FARC, aseguró que este grupo armado y el ELN "sí están dispuestas a aceptar un cese al fuego" y en cambio reprochó el "tono guerrerista" de algunos ministros del gobierno Santos.

El ELN (Ejército de Liberación Nacional) es la segunda guerrilla izquierdista de Colombia a la que Santos también invitó a sentarse a negociar.

El ministro de Defensa Juan Carlos Pinzón, advirtió que "mientras haya terroristas, criminales, reclutadores de menores, personas dispuestas a colocar bombas y asesinar civiles como sigue ocurriendo, estaré diciéndoselo al país".

El presidente Santos, en su escueto mensaje a la Nación del lunes, cuando reveló los contactos, aclaró que "se mantendrán las operaciones y la presencia militar sobre cada centímetro del territorio".

El mandatario no ofreció más detalles en un evento público este miércoles en Barranquilla (norte) pero subrayó que su gobierno, "así sea más difícil, quiere buscar la paz por encima de estimular la guerra".

De acuerdo con la agenda filtrada, lo primero que se discutirá será "la política de desarrollo agrario integral", un asunto históricamente neurálgico para las FARC, una organización de origen campesino.

Los otros puntos a tratar, en un orden todavía no determinado, serían los derechos y garantías de seguridad para la participación política "de los nuevos movimientos" que surjan tras el acuerdo; la solución "al problema de las drogas" mediante la sustitución de cultivos ilícitos; el resarcimiento de las víctimas, y la verificación de los pactos bajo seguimiento internacional.

Según el documento, la mesa de conversaciones se instalará públicamente en Oslo un mes después de que se haga el anuncio público, aunque su sede principal será La Habana y se "podrán hacer reuniones en otros países".

Los diálogos tendrán el "apoyo de los gobiernos de Cuba y Noruega como garantes y los gobiernos de Venezuela y Chile como acompañantes", además de que otros países podrán ser invitados a participar, según el documento.