Poderes civil y militar se enfrentan en Pakistán

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Islamabad. EFE. El poder civil y el militar de Pakistán permanecen enzarzados, desde hace semanas, en continuos choques por medio de la prensa, en un clima de desconfianza mutua que tiene como trasfondo el posible adelanto de las elecciones previstas para 2013.

La tensión ha llegado incluso a reavivar las especulaciones sobre las intenciones reales del Ejército, que ha ostentado el poder durante algo más de la mitad de la historia de Pakistán desde su independencia, en 1947, tras la partición del subcontinente indio.

El desencadenante del malestar es el bautizado como “memogate”: un escándalo que enfrenta al poder castrense y al civil por una supuesta petición de Washington para que interviniera en caso de un intento de golpe militar en Islamabad.

El presunto intento de parar el Ejército se produjo después de que la muerte de Osama bin-Laden, el pasado mayo en una operación militar de EE. UU. al norte de la capital pakistaní, levantara ruido de sables en Pakistán.

El jefe del Ejército, Ashfaq Pervez Kiyani, y el director de servicios secretos, Ahmad Shuja Pasha, dieron veracidad a la supuesta petición a EUA en respuesta al Tribunal Supremo, que analiza el caso.