Perú espera la posible salida de vicepresidente

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Lima. AFP. Perú está a la expectativa de la respuesta del vicepresidente Omar Chehade luego que Ollanta Humala lo exhortara, el domingo por televisión, a renunciar para defenderse de una acusación de tráfico de influencias, en un escándalo que está dañando al Gobierno.

Chehade permanecía en silencio ayer y en su domicilio decenas de periodistas hacían guardia a la espera de una declaración para saber si renunciará, tal como le recomendó el presidente Humala.

El vocero en el Congreso de la alianza oficialista Gana Perú, Freddy Otárola, alimentó la expectativa al señalar que “entre hoy y mañana (entre ayer y hoy) Chehade decidirá si da un paso al costado”.

“La demora en conocer una respuesta de Chehade está dañando severamente la imagen del Gobierno”, dijo el analista político Mario Ghibellini, de la revista Somos .

En la otra orilla, el analista político Augusto Álvarez Rodrich, quien escribe en el diario La República , dijo que “Humala ha ido manejando bien los tiempos de este caso, tomando distancia de manera gradual de su vicepresidente, pidiendo al Congreso acelerar su trabajo de investigación”.

Humala pidió el domingo a Chehade que se aleje por propia voluntad de su cargo para asumir su defensa ante las acusaciones de un general retirado de la policía de que le pidió la intervención de la fuerza en un conflicto por unas tierras que está en manos de la justicia.

Chehade está sometido a investigaciones en la Fiscalía de la Nación y en dos comisiones del Congreso por presuntamente expresar interés –ante unos altos oficiales de la policía a los que había invitado a una cena– en desalojar a los trabajadores de una cooperativa azucarera para entregarla al poderoso grupo empresarial Wong.