Pedro Lemebel

Afamado ícono de la contracultura chilena

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Santiago, Chile. AP El escritor chileno Pedro Lemebel, un valiente crítico del régimen militar chileno (1973-1990), murió ayer, a los 62 años. Lo aquejaba un cáncer de laringe.

En plena dictadura, el autor se presentó en un encuentro de partidos opositores con tacones altos y una hoz pintada en el rostro, mientras leía su manifiesto Hablo por la diferencia .

“El cáncer pretendió dejarlo sin voz, pero ¿quién podría dejar sin voz a Lemebel?”, manifestó Héctor Núñez, vocero de su familia. “ Su voz existe y persiste”, añadió.

“Pedro fue un creador incansable, un luchador social, un defensor de la libertad y una voz que nunca se apagó para representar a los olvidados. Siempre habló por muchos que se sienten huérfanos en un país que no los representa ni los acoge”, expresó el viernes la presidenta Michelle Bachelet.

“Nos abrió un camino de libertad, rompió el doble estándar y nos obligó a reconocer un Chile complejo y diverso” , expresó por su parte la ministra de Cultura, Claudia Barattini.

“Se va un valiente y talentoso de las letras, Pedro Lemebel. Se le debe mucho en la tarea de sacar los temas tabúes y los mensajes contra dictadura. Fue muy cercano al pueblo”, expresó la presidenta del Senado, Isabel Allende.

Guerra al tabú. Nacido el 21 de noviembre de 1952, Lemebel hizo evidente su homosexualidad en una época en la que el tema era todo un tabú en Chile.

En Hablo por la diferencia , decía: “Defiendo lo que soy. Y no soy tan raro. Me apesta la injusticia. Y sospecho de esta cueca democrática. Pero no me hable del proletariado. Porque ser pobre y maricón es peor. Hay que ser ácido para soportarlo” .

A los 26 años, ganó el primer lugar en una competencia poética de la Caja de Compensación Javiera Carrera, con el cuento Porque el tiempo cerca.

Después, en 1980, junto al artista Francisco Casas, creó el colectivo Las yeguas del Apocalipsis, con el que hacía provocadoras interrupciones en actos públicos y exposiciones de arte. Así, se transformó en un ícono de la contracultura chilena.

Apellido materno. Por esa misma época (1977) abandonó su apellido paterno, Mardones. Para hacerlo, argumentó: “El Lemebel es un gesto de alianza con lo femenino, inscribir un apellido materno y reconocer a mi madre huacha (sin padres o nacida al margen de un matrimonio)”.

En 1986 publicó su antología Intocables y en 1996, Loco afán . De 1998 son Crónicas de sidario y De perlas y cicatrices . Su primera novela, Tengo miedo torero , apareció en 2001.

En los años 90, su fama trascendió las fronteras latinoamericanas. Dictó conferencias en las universidades estadounidenses de Stanford y Harvard, y recibió homenajes en la Casa de las Américas, de La Habana, Cuba.

En el 2006, obtuvo el galardón de la Fundación Anna Seghers, en Alemania, y en el 2013, el Premio Iberoamericano de Letras José Donoso.

Su última aparición pública fue hace unas semanas, en el Museo Gabriela Mistral. Vestía de blanco, estaba sumamente delgado y no podía articular palabra.