Paz en Sudán del Sur enfrenta retos delicados

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Yuba

La recuperación de la paz en Sudán del Sur afronta delicados retos, a pesar del acuerdo de paz firmado por el presidente del país, Salva Kiir, y el líder de los rebeldes, Riek Machar, el pasado agosto y que debería poner punto final a un conflicto que ya dura cerca de dos años.

Entre las principales razones que ponen en riesgo el cumplimiento del pacto figuran las reiteradas acusaciones de ambos bandos de violar el alto fuego y las reservas que el Gobierno de Yuba dice tener sobre el tratado.

El presidente de la Organización Empoderamiento de la Sociedad para el Progreso, Edmond Yakani, declaró a EFE que el cumplimiento del tratado de paz "requiere la elaboración de medidas necesarias de seguridad y centrarse en la aplicación del alto el fuego".

LEA: Gobierno de Sudán del Sur rechaza 16 puntos del acuerdo de paz con los rebeldes

Para Yakani, es importante no mezclar lo acordado con otras cuestiones políticas como las futuras elecciones, que podrían poner en peligro el alto el fuego.

Asimismo, insistió en la necesidad de que sea traducido a las distintas lenguas del país, para que llegue a la gente.

El conflicto armado en Sudán del Sur estalló en diciembre de 2013, después de que el presidente Salva Kiir, de etnia "dinka", acusara al vicepresidente Riek Machar, de la etnia rival "nuer" , de haber orquestado un golpe de Estado.

El profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Yuba, James Okuk, dijo que "las violaciones al alto el fuego son el resultado de la ignorancia que tienen los mandos militares del Gobierno y los rebeldes sobre los nuevos acontecimientos sobre el terreno".

Okuk considera que "en cuento (los militares y los milicianos) entiendan la situación, respetarán los puntos del tratado".

LEA: Presidente de Sudán del Sur firma acuerdo de paz

Para ayudar a lograr esta meta, esta semana comenzó en Etiopía un taller de trabajo organizado por los países de la IGAD, mediadores en el conflicto, dirigido a los mandos castrenses del Gobierno y de los rebeldes.

El profesor destacó que "el Gobierno está comprometido con el cumplimiento de ese pacto, según aseguró el presidente Kiir en un discurso dirigido al pueblo".

En ese sentido, Okuk dijo que el mandatario ha reconocido las instituciones y los mecanismos encargados de poner en marcha el acuerdo, como los comités de vigilancia y las comisiones militares.

"En esto se encuentra la clave del éxito del tratado", subrayó el profesor.

Un optimismo similar mostró Lam Akol, presidente del opositor Partido Movimiento Popular-El Cambio Democrático y jefe de la Coalición Nacional de Partidos Opositores, que no participan en el actual Gobierno de Yuba.

LEA: Presidente de Sudán del Sur rechaza acuerdo de paz

A su juicio, "el tratado incluye muchas garantías que facilitarán las oportunidades para un cumplimiento eficiente, además la responsabilidad de su aplicación no corresponde solo a las dos partes en conflicto, sino también a partidos políticos y organizaciones civiles".

Kiir, en un discurso pronunciado el pasado lunes instó a apoyar el acuerdo de paz, que rubricó el 26 de agosto.

"Pido a todas las organizaciones políticas en nuestro país, especialmente a los miembros del gobernante Movimiento Popular de Liberación de Sudán, tener paciencia. Yo estoy comprometido con este acuerdo, porque si no lo estuviera, entonces ¿por qué lo habría firmado?", se preguntó el mandatario.

El presidente tampoco ocultó su temor respecto a algunos problemas que podrían obstaculizar la aplicación del tratado, especialmente los relacionados con las reservas mostradas por su Gobierno.

El acuerdo de paz fue conseguido gracias a la mediación de la IGAD, que agrupa a siete países de África Oriental, incluido Sudán del Sur.

Muchos observadores locales temen que las acusaciones mutuas de violaciones del alto el fuego obstaculicen el proceso de paz.

El portavoz del Ejército sursudanés, coronel Philip Aguer, criticó a la IGAD de fracasar en la vigilancia de la tregua y acusó a los insurgentes de lanzar un ataque en la provincia de La Unidad contra las tropas leales a Yuba.

En declaraciones a EFE, el portavoz dijo que "tras el fracaso de la IGAD hemos pedido a la ONU que vigile el alto el fuego y que despliegue sus tropas en las zonas en las que todavía hay operaciones militares del Gobierno y los rebeldes".

Por su parte, el portavoz de los rebeldes, Jamed Qadit, negó estas alegaciones y sostuvo que los milicianos se limitaron a responder a un ataque del Ejército.

"Nuestras fuerzas se replegaron del distrito de Guit, ubicado en el sureste de Bantiu, capital de La Unidad. Nosotros estamos cumplimiento el alto el fuego desde el día en que Riek Machar lo firmó en Adis Abeba, el 17 de agosto pasado, por lo que hemos respondido solo a los ataques del Gobierno", concluyó.