Argel. EFE. El gobernante Frente de Liberación Nacional (FLN) se impuso en las elecciones legislativas argelinas celebradas anteayer con 220 escaños de los 462 en juego, mientras que la principal alianza islamista perdió terreno respecto a los anteriores comicios.
Según el ministro de Interior argelino, Daho Uld Kablia, la alianza islamista La Argelia Verde obtuvo 40 escaños, lo que supone un 8,65% de los asientos en juego, frente al 15% que mantenía en el Parlamento saliente.
El resultado obtenido por el FLN, que con un 47,6% se queda a las puertas de la mayoría absoluta, supone una importante mejora para la agrupación respecto a las elecciones de 2007, en las que obtuvo el 35% de los asientos de la Cámara.
Tras el FLN se posiciona la Asamblea Nacional Democrática que contará con una representación de 68 legisladores, es decir un 14,71% de la Cámara.
Aunque su representación es levemente menor a la de 2007, cuando logró un 16,6%, es suficiente para repetir la alianza de gobierno que mantiene con el FLN.
Fuerte revés. La Argelia Verde, formada por el Movimiento Social por la Paz, al-Nahda (Renacimiento) y al-Islah (Las Reformas), había expresado su convencimiento de que serían la segunda fuerza en la asamblea tras el FLN.
El resultado supone un duro golpe para esta agrupación que durante la campaña electoral mostró su convencimiento de que sería la fuerza más votada.
Poco antes del anuncio de Kablia, La Argelia Verde denunció “una gran manipulación de los resultados” en un comunicado del director del campaña electoral de la alianza, Abdel Razek Mukri.
“ Estamos convencidos de que ha habido una gran manipulación de los resultados reales anunciados en las provincias, así como un aumento ilógico de los resultados a favor de los partidos de la Administración”, aseguró Mukri en una nota difundida por la página web oficial de la alianza.
Mukri, quien responsabiliza de lo ocurrido al presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, insistió en que los resultados contradicen el espíritu de las reformas políticas que arrancaron en año pasado y “expone al país a peligros” que no especificó. En su comparecencia ante los medios, Ould Kablia, que reconoció la existencia de “algunos problemas pequeños esperados”, debido a la complejidad del proceso electoral, insistió en que en “ningún caso afectaron la marcha de la operación de voto o su credibilidad”.También comentó que la afluencia global había sido del 42,36%.