Papa propone una Iglesia misionera y cercana al pobre en su primer exhortación apostólica

Pontífice reafirma postura sobre temas como aborto, sacerdocio de varones y matrimonio

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Vaticano

Una Iglesia abierta y misionera, una renovación espiritual y el regreso a la esencia del Evangelio, son los ejes de la Exhortación Apostólica, titulada "Evangelii Gaudium" (La Alegría del Evangelio) escrita por el papa Francisco y publicada hoy.

El texto, de 142 páginas, está dirigido a sacerdotes, religiosos y laicos y promueve la "nueva evangelización para la transmisión de la fe". Es el primer documento de esta envergadura en su pontificado.

En el centro de la Exhortación está la vuelta a lo esencial del Evangelio, a la misericordia y la "revolución de la ternura" de Jesús; una Iglesia que no se pone en el centro pero coloca en el centro a Cristo y está dirigida a la periferia "geográfica y existencial", a los más alejados y a los más pobres.

Un documento en el que el Papa apunta a "una conversión del papado" para perfeccionar el ejercicio de su ministerio, al igual que las estructuras centrales de la Iglesia para que sean "más misioneras" y "más creativas".

"Jesucristo también puede romper los esquemas aburridos en los cuales pretendemos encerrarlo y nos sorprende con su constante creatividad divina" señala el texto.

Bergoglio no quiere una Iglesia centralista y pide más coraje a las conferencias episcopales.

Una Iglesia que Francisco prefiere "accidentada y herida por salir a la calle que a una enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a sus propias seguridades".

Pide el pontífice que la Iglesia tenga "los templos con las puertas abiertas" en todas partes para que el que busca a Dios no se encuentre "con la frialdad de las puertas cerradas" .

Sostiene además Bergoglio que "la Eucaristía no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los débiles, para que los que busquen a Jesús lo encuentren".

Francisco también hace un llamamiento para el cese de las guerras internas en la comunidad eclesial: "¿A quien vamos a evangelizar con esos comportamientos?", cuestiona.

Aclara determinante que la Iglesia no cambiará su postura respecto al aborto y promueve la compasión a mujeres que abortan "no es progresista pretender resolver los problemas eliminando una vida humana".

"Frecuentemente, para ridiculizar alegremente la defensa que la Iglesia hace de sus vidas, se procura presentar su postura como algo ideológico, oscurantista y conservador. Sin embargo, esta defensa de la vida por nacer está íntimamente ligada a la defensa de cualquier derecho humano", dice el documento.

El pontífice también reafirma la posición de la Iglesia sobre el sacerdocio: "el sacerdocio reservado a los varones, como signo de Cristo Esposo que se entrega en la Eucaristía, es una cuestión que no se pone en discusión (...) La configuración del sacerdote con Cristo Cabeza –es decir, como fuente capital de la gracia– no implica una exaltación que lo coloque por encima del resto".

También alude a la familia para la que "el matrimonio es una aportación a la sociedad, aunque en estos momentos atraviesa una crisis cultural profunda".

Y habla de los pobres:"Por eso quiero una Iglesia pobre para los pobres. Ellos tienen mucho que enseñarnos" y aseveró que "mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, no se resolverán los problemas del mundo ".

El Obispo de Roma se rebela porque "no sea noticia que muera de frío un anciano en la calle y que sí lo sea una caída de dos puntos en la bolsa".

El documento del Papa argentino rezuma energía, apuesta fuerte por el ecumenismo y asegura que "el verdadero islam y una adecuada interpretación del Corán se oponen a toda violencia" y pide humildemente el cese de la persecución de los cristianos.

Dirige una mirada "muy especial" al pueblo judío: "El diálogo y la amistad con los hijos de Israel son parte de la vida" de los católicos pues "los hijos de Israel son parte de la vida de los discípulos de Jesús".