Ciudad del Vaticano. Reuters. El papa Benedicto XVI aceptó la dimisión del obispo James Moriarty, dijo ayer el Vaticano, lo que eleva a tres el número de obispos irlandeses que renunciaron debido a la crisis de los abusos sexuales.
Moriarty presentó su renuncia en diciembre, después de que un informe oficial lo nombrase entre otros líderes de la Iglesia en la Arquidiócesis de Dublín que habían ocultado casos de abusos sexuales contra menores por parte de sacerdotes durante 30 años.
El religioso había sido obispo auxiliar de Dublín desde 1991 hasta su nombramiento como obispo de Kildare y Leighlin en el 2002.
El papa Benedicto XVI, sometido a las críticas de las víctimas por no adoptar medidas más enérgicas para responder al escándalo de los abusos sexuales, prometió el miércoles que la Iglesia Católica actuaría contra los abusos.
Otros dos obispos mencionados en el informe también ofrecieron su renuncia, pero el Vaticano aún no anunció una decisión.
El cardenal Sean Brady, primado de Irlanda, está bajo una intensa presión para que dimita por su implicación en la firma de acuerdos secretos de las víctimas de abusos hace décadas. El prelado ha dicho que no va a renunciar.
En Alemania, el obispo de Augsburgo, Walter Mixa, ofreció su renuncia el miércoles por la tarde, tras admitir que había abusado físicamente de menores cuando era un párroco hace décadas.
Entre tanto, en EE. UU. un hombre de Illinois que dijo haber sufrido abusos a manos de un sacerdote de Wisconsin cuando era niño, acusó ayer, en una corte federal, al papa Benedicto XVI y otros jerarcas del Vaticano de no proteger a los niños de un hombre que, sabían, era un posible abusador de menores.