México. EFE El cantante grupero Sergio Vega, más conocido como el Shaka , fue asesinado la noche de este sábado en el noroeste de México cuando iba a un concierto, con lo que se suma a la cada vez más larga lista de artistas víctimas de la ola de violencia que vive el país.
La muerte del cantante, de 40 años, fue confirmada en un primer momento por el empresario Jesús Tirado, organizador del concierto que debía dar Vega en Alhuey, en el estado de Sinaloa, y que fue suspendido a causa del trágico suceso.
Anoche Vega y un acompañante viajaban en un Cadillac rojo por la carretera que va desde Navojoa, en Sonora, hacia Los Mochis, en Sinaloa, cuando fueron sorprendidos por desconocidos que los persiguieron hasta atacarlos a tiros.
Ayer, un portavoz de la Procuraduría General de Justicia de Sinaloa dijo que inicialmente las autoridades recibieron un reporte de que el automóvil del artista había sufrido un accidente cerca de la caseta de peaje de San Miguel, en las inmediaciones de la comunidad conocida como El Carrizo.
“Posteriormente se descubrió que la unidad tenía impactos de bala y que él había fallecido por eso”, indicó el portavoz de la Fiscalía.
Su muerte no es la única que han sufrido estos artistas del norte de México cuya música es, muy a menudo, la preferida por algunos líderes de las organizaciones criminales que en los últimos años libran una lucha entre ellos y contra el Ejército y la Policía Federal.
Valentín Elizalde, autor de “narcocorridos”, fue asesinado en noviembre del 2006. En diciembre del 2007 la víctima fue una mujer, Zayda Peña, vocalista del grupo “Zayda y los Culpables”. En el 2008 Marco Antonio Abdalá Soto, representante de bandas “gruperas”, y ese mismo año fue asesinado Sergio Gómez, cantante del grupo “K-Paz de la Sierra”.