Oscar Arias, exmandatario:‘Se avanzó, pero no lo suficiente’

Óscar Arias Sánchez expresidente de Costa Rica

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El exmandatario Óscar Arias estuvo en el centro de las negociaciones para alcanzar un acuerdo regional de paz. Ayer recordó algunos puntos del proceso y reflexionó sobre el futuro de Centroamérica.

¿En qué contexto surge el plan de Esquipulas II?

Surge luego del fracaso del plan de Contadora. El vicepresidente Bush, quien había venido a mi toma de posesión, me invitó a su casa, y yo le dije: “Señor vicepresidente, ahora no queda sobre la mesa ninguna iniciativa de paz. Yo voy a redactar un plan de paz. Porque la ‘contra’ es el problema, no la solución al conflicto nicaraguense (...)”. Ellos estuvieron en contra, como lo estuvo (Mijaíl) Gorbachov, Fidel Castro y Ronald Reagan. Fue un acto de mucho coraje, de mucho valor. Sobre todo para presidentes como Napoleón Duarte porque la guerrilla era muy fuerte. Era tomar en nuestras manos el destino de 30 millones de centroamericanos y llegar a un acuerdo contra la voluntad de las dos superpotencias.

¿Qué sucede con el cambio de administración en EE. UU., la salida de Ronald Reagan y la llegada de George Bush?

Yo le dije a Jim Baker (secretario de Estado de EE. UU.): “El secretario de Estado de Estados Unidos tiene que dedicarse a las cosas realmente importantes que están pasando en Europa. Tiene que lidiar con Gorbachov”. Estabamos hablando a ocho meses de que cayera el Muro de Berlín. Y le dije: “Déjennos el plan de paz a nosotros, los centroamericanos”. Si ya lo firmamos vamos a cumplir. Ahí entra Bernie Aronson (subsecretario de Estado de Asuntos Interamericanos) que fue un aliado mío para estarle informando al secretario de Estado de que estabamos haciendo un esfuerzo muy grande por cumplir.

¿Ha triunfado la democracia a la vuelta de estos 25 años?

La Centroamérica del 2012 es muy diferente a la del 87. Se ha avanzado en el campo económico, se ha crecido. No lo suficiente para tenernos contentos, pero ha crecido. El nivel de vida es mayor hoy que hace 25 años. En el campo social casi todos los indicadores han mejorado. Fuimos capaces de reducir el tamaño de los ejércitos. Yo renuncié a mi sueño de convertir a Centroamérica en la primera zona desmilitarizada del mundo, pero se demovilizaron muchos soldados.

¿En qué no se ha avanzado?

Se ha avanzado en la consolidación de las instituciones democráticas, pero poco. Y ha habido retrocesos. Esto es válido no solo en Centroamérica, sino también en América del Sur. Venezuela retrocedió, Bolivia, Ecuador también, Nicaragua, sin duda alguna. Y en 2009 una mañana me despertaron con una llamada telefónica porque el presidente (de Honduras Manuel) Zelaya estaba llegando al aeropuerto Juan Santamaría. Creimos que eso ya lo habíamos superado y, sin embargo, fuimos testigos de un golpe de Estado. En ese campo es poco lo que hemos avanzado. Y como no se avanza en el fortalecimiento de instituciones democráticas, entonces se retrocede.