Organización del Tratado de Cooperación Amazónica busca salvar el pulmón del planeta

La Amazonía fue considerada durante años como el pulmón del planeta. Sin embargo, expertos aseguran que se encamina hacia un punto de no retorno, a partir del cual pasará a emitir más carbono del que absorbe, agravando el cambio climático

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Los países de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) se reunieron el pasado 8 de agosto en una cumbre en la ciudad brasileña de Belém para debatir sobre la lucha contra la destrucción de la mayor selva tropical del mundo.

Las naciones que conforman la OTCA son Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela. Además, es el único bloque socioambiental de países dedicado a la Amazonía.

La última reunión de los presidentes de los países miembros se realizó en el 2009 en la ciudad de Manaos, Brasil. Anteriormente, se reunieron en 1989 y 1992.

“Nunca antes fue tan urgente retomar y ampliar nuestra cooperación (...). Promoveremos una nueva visión de desarrollo sostenible e inclusivo en la región, combinando protección ambiental con la creación de empleos”, afirmó Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil y quien presidió la reunión.

La Amazonía fue considerada durante años como el pulmón del planeta, al albergar alrededor del 10% de la biodiversidad del mismo. Sin embargo, expertos aseguran que actualmente se encamina hacia un punto de no retorno, a partir del cual pasará a emitir más carbono del que absorbe, agravando el cambio climático.

En la reunión se discutieron objetivos como erradicar la deforestación, motivada especialmente para destinar la tierra a la pastura del ganado, pero que también es alimentada por la minería ilegal, explotación del petróleo, el tráfico de madera, armas y drogas, retomar las redes de diálogo y cooperación entre las universidades y los centros de investigación, reforzar la producción en la región de la mejor información disponible y garantizar que esta sea la base para las políticas públicas en la región.

No obstante, en la primera jornada de la cumbre, los países amazónicos que anunciaron una alianza contra la deforestación en la mayor selva tropical no lograron consensuar metas comunes, lo que decepcionó a ONGs y observadores.

Al finalizar el segundo día de la cita, el 9 de agosto, los mandatarios de la OTCA se reunieron con representantes de Congo, la República Democrática del Congo (RDC) e Indonesia, países que también albergan bosques tropicales en sus territorios. El objetivo de ese día fue alcanzar una posición común para presentar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28), que se llevará a cabo este año en Dubái.

Por su parte, Lula instó a los países desarrollados a “poner dinero” sobre la mesa para preservar la Amazonía. “No somos nosotros, los países Brasil, Colombia, Venezuela (...), quienes necesitamos dinero, es la naturaleza la que necesita financiamiento”, afirmó Lula. Este logró reunir por primera vez en 14 años a representantes de los ocho países miembros de la OTCA en la ciudad de Belém, al norte de Brasil.

“Estamos comprometidos en revertir la situación” de las actividades ilegales en la Amazonía, declaró el mandatario, quien celebró la reducción de más del 40% en la deforestación durante los primeros siete meses de su gobierno. Además, los expertos señalaron que la declaración debería haber incluido compromisos para una mayor protección de los territorios indígenas, considerados una barrera importante contra la deforestación debido a la forma sostenible en que estas comunidades explotan sus recursos.

Alrededor de 1,500 manifestantes, incluidos algunos indígenas, marcharon el martes 8 de agosto desde un parque cercano al evento en Belém, mostrando pancartas con mensajes como “Siempre hemos estado aquí” y “Amazonía libre de crimen”.

La COP30, en 2025, se celebrará precisamente en la ciudad de Belém.