Estados Unidos y Brasil dejan atrás tensión en las relaciones

Dilma Rousseff da por superado enojo por el espionaje a sus líneas telefónicas

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

---

Washington. AFP. Los presidentes de Estados Unidos y de Brasil, Barack Obama y Dilma Rousseff, celebraron este martes que su relación bilateral, que atravesó tensiones en los últimos años, se encuentre ahora en “un nuevo nivel”.

“Dilma, quiero agradecerle por haber llevado la alianza entre nuestros dos países a un nuevo nivel”, expresó Obama en una conferencia de prensa conjunta después de una reunión de dos horas en el Salón Oval de la Casa Blanca.

La reunión y el tono de las declaraciones marcó el fin de las tensiones entre Washington y Brasilia y lanzó una nueva etapa entre los dos países, concentrada en la cooperación y en el esfuerzo para multiplicar el intercambio comercial.

Los lazos entre Brasilia y Washington sufrieron un verdadero terremoto en el 2013 ante las revelaciones de que la inteligencia estadounidense había interceptado teléfonos personales de Rousseff. El escándalo motivó la postergación de una visita a Estados Unidos programada para octubre de ese año.

Asunto superado. Este martes, sin embargo, Rousseff dejó claro que su gobierno consideraba el caso una página pasada.

“Yo creo en el presidente Obama. Él me dijo que cuando necesite alguna información sobre Brasil me llamará por teléfono. Tengo la seguridad de que las condiciones son diferentes ahora”, dijo Rousseff durante la conferencia de prensa.

Un comunicado conjunto de siete páginas marcó el cambio de tono en las relaciones entre los dos gigantes, y destacó las cuatro instancias puestas en marcha para mejorar el diálogo en áreas de alianza global, economía y finanzas, estrategia energética y cooperación en Defensa.

El documento no mencionó metas específicas, pero fuentes de las dos delegaciones coincidieron en señalar que la intención es concentrar esfuerzos para duplicar el comercio en los próximos 10 años, una tarea que requerirá negociaciones, por ejemplo, sobre barreras en los dos países.

En este sentido, el Departamento estadounidense de Agricultura modificó sus normativas para permitir la importación de carne vacuna de varias regiones de Brasil, levantando restricciones que eran objeto de negociación desde hace 15 años.

Fuentes oficiales brasileñas estiman que esa flexibilización permitirá la venta de hasta 100.000 toneladas de carne vacuna en los próximos cinco años.

“Nuestro intercambio comercial es sustancial y está basado en productos con alto valor agregado. Queremos expandirlo más y diversificar ese intercambio. Y nuestro desafío es duplicar nuestro comercio en un plazo de una década”, manifestó Rousseff.

Obama y Rousseff también coincidieron en su compromiso con el sistema multilateral de comercio, y apuntaron que “es tiempo ahora para que los miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC) hallen un camino para finalizar la Agenda de Desarrollo de Doha”.

Los dos países también pusieron énfasis en la cooperación en el área ambiental, en particular en acciones de combate al calentamiento global, y emitieron una declaración donde pidieron un acuerdo mundial “ambicioso” durante la conferencia sobre el clima en diciembre en París.

También se proponen "trabajar conjuntamente y con otros socios para resolver potenciales obstáculos para un acuerdo equilibrado en París”.

De acuerdo con el documento, el resultado de la esperada conferencia “enviará una fuerte señal a la comunidad internacional de que los gobiernos, empresas y sociedad civil están enfrentando con firmeza los desafíos del cambio climático”.

Rousseff recordó “el compromiso de llegar a deforestación cero entre hoy y el 2030”.

“Queremos voltear la página e iniciar una política de reforestación”, añadió.

Obama, en tanto, dijo que los dos países tienen “objetivos ambiciosos” en cuanto al incremento del total de energías renovables –un 20% hasta el año 2030–, una meta “que representa triplicar la capacidad de Estados Unidos y duplicar la de Brasil”.