Estados Unidos pone atención sobre el sector privado emergente de Cuba

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La Habana. EFE. El emergente sector privado que se abre camino en Cuba está cambiando el paisaje del país, donde florece una clase emprendedora que contribuye, aún con limitaciones, a la modernización de una economía que intenta salir de su letargo y que está en el punto de mira de Estados Unidos en su nueva política hacia la Isla.

Consciente de la importancia de este sector como motor de cambios para la Cuba comunista del deshielo, el presidente Barack Obama mantendrá el lunes un encuentro con representantes de esos emprendedores o pequeños empresarios cubanos que en el país caribeño se denominan “ cuentapropistas” .

De hecho, el Gobierno estadounidense ha aprobado en el último año cuatro paquetes de medidas para relajar el embargo sobre la Isla, que en general tienen como fin mejorar el bienestar de los cubanos y alentar el desarrollo de ese sector autónomo.

“Quieren ayudar a que la economía cubana crezca, no solo al ‘cuentapropista’. Pero claro, yo, por ejemplo, doy empleo a 20 personas y eso son 20 familias que viven de un salario que es mucho más elevado que lo que se paga en empresas estatales”, explicó Niuris Higueras, propietaria del restaurante Atelier, cuyo negocio ha crecido un 50% desde el 17 de diciembre del 2014.

Higueras, una de las pioneras del “ cuentapropismo” en la Isla y que ha participado en Washington en conferencias sobre el papel de la iniciativa privada para una Cuba próspera, asegura que aunque EE. UU. facilite a estos negocios la importación de equipamiento o bienes; depende del Gobierno cubano ampliar los espacios al sector privado.

Lo cierto es que desde que el gobierno de Raúl Castro abrió los espacios a la iniciativa privada en el 2010, uno de los pilares de sus reformas para actualizar el modelo socialista del país, suman ya medio millón los emprendedores que han hecho proliferar negocios que antes escaseaban.

Cinco años después de ampliar las categorías para el trabajo por cuenta propia, hoy casi el 30% de la fuerza del trabajo en Cuba vive ya de la iniciativa privada si se suman los “cuentapropistas”, los asalariados autónomos o los cooperativistas.

“Ese avance es muy importante para que la economía de Cuba siga progresando y el propio Gobierno cubano ya reconoce la utilidad de tener un sector privado” , afirmó el encargado de Negocios y embajador en funciones de Estados Unidos en La Habana, Jeffrey DeLaurentis .

”El diplomático indicó que el Gobierno estadounidense tiene su atención en ese sector porque es un “elemento muy importante para mejorar la vida de los cubanos y darles más espacios que les permitan tener un papel determinante en el futuro de Cuba” .

Los propios emprendedores o microempresarios cubanos son conscientes de que al calor de su actividad, ha germinado una especie de clase media , con un poder adquisitivo notablemente más alto, a la que no es extraño ver en restaurantes o en supermercados de pago en divisa en los que hasta hace unos años, solo se veía a extranjeros.

“Que el ‘cuentapropismo’ constituye una clase social es algo real y el propio Gobierno ha comenzado a aceptar que existen clases. Hay una clase ‘cuentapropista’ con ingresos muy superiores, que no permiten hacerte millonario, pero sí vivir mucho mejor que el resto de la población” , admitió Isabel Jacas, pequeña empresaria que tiene dos casas de renta, una en La Habana y otra en Varadero.

Pero, dice, esta nueva clase media también nutre a la economía nacional, ya que gasta sus ingresos dentro del país.

Aunque siempre existieron, en este nuevo contexto la diferencias sociales se han hecho mucho más visibles, ya que todavía el grueso de los más de 11 millones de habitantes de la Isla dependen de salarios controlados por el Estado que rondan los $20 al mes.