Panamá. AFP. Más que por sus resultados, las cumbres iberoamericanas han quedado en el recuerdo por sus anécdotas e incidentes protagonizados por jefes de Estado y Gobierno.
Aquí un par de ejemplos de hechos que captaron la atención en estas citas:
I Cumbre, Madrid, 1992: Fue la cita en la que al presentar su saludo, el líder cubano Fidel Castro lanzó la frase: “Yo no soy realista, soy juancarlista”, dirigida a congraciarse con el rey.
VI Cumbre, Viña del Mar (Chile), 1996: Pese a sus profundas diferencias políticas, Fidel Castro y el entonces presidente del Gobierno español, José María Aznar, entraron en un elogio de sus corbatas. Castro entregó la suya, de tonos grises, a Aznar, y recibió de este una roja, que después lucirían en la reunión. El presidente de Argentina, Carlos Ménem, reveló después los secretos del intercambio: “Es una corbata, no una soga”, le manifestó Aznar cuando se la colocaba en el cuello al líder cubano. Luego, en broma, el español dijo a la prensa: “No se ha llevado una mala corbata. Es una de las mejores que ha usado en su vida”.
XVII Cumbre, Santiago de Chile, 2007: Mientras hablaba el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, el venezolano Hugo Chávez insistía en interrumpirlo. En medio del entrevero verbal, el rey Juan Carlos, visiblemente molesto, lanzó la famosa frase: “ ¿Por qué no te callas?”. Chávez respondió: “Muy rey será, pero no me puede hacer callar. Yo también soy jefe de Estado y elegido tres veces”. Este ha sido el incidente más conocido de las cumbres.