La Habana. AFP, EFE. La visita que iniciaría anoche a Cuba el canciller español, Miguel Ángel Moratinos, para ayudar en la negociación de la Iglesia Católica por la liberación de presos políticos, mantiene movilizada a la oposición que presiona al Gobierno en busca de nuevas concesiones.
Antes de partir a Cuba para acompañar esa mediación, Moratinos afirmó en Madrid que esperaba resultados de su viaje de dos días mientras la prensa española afirmó que el enviado está “convencido” de que La Habana liberará gradualmente a todos los reos políticos.
A tono con esa versión, el presidente de la no oficial Comisión Cubana de Derechos Humanos, Elizardo Sánchez, señaló que existe una alta probabilidad de que el Gobierno libere a entre 30 y 40 presos en los próximos días o semanas.
Como medida de presión adicional, la entidad informó de que ahora hay 167 presos políticos debido a una “metamorfosis de la represión” del Gobierno, pues ejecuta arrestos de corta duración.
Sánchez añadió que que aunque se trata de la cifra más baja desde que triunfó la revolución en 1959 “sigue siendo pésima” la situación de derechos humanos en la Isla.
Advertencia de opositor. Por su parte, el disidente cubano Guillermo Fariñas, en huelga de hambre y sed hace más de cuatro meses, divulgó ayer un mensaje en el que afirma ser consciente de la posibilidad de su próxima muerte, de la que responsabilizó a “los hermanos Fidel y Raúl Castro”.
“Consciente estoy de mi próximo fallecimiento y lo considero un honor pues trato de salvarles la vida a 25 presos políticos”, manifestó Fariñas en mensaje que transmitió telefónicamente a su portavoz, Licet Zamora, desde el hospital donde está ingresado en Santa Clara.
Tras el diálogo entre la Iglesia Católica y el Gobierno cubano sobre los presos políticos, Fariñas declaró que abandonaría su protesta si se excarcelaba a los 10 ó 12 más enfermos y había compromisos para liberar al resto.
Como efecto de las conversaciones, fue liberado el opositor Ariel Sigler, gravemente enfermo, y además el Gobierno autorizó el traslado de 12 presos a cárceles cerca de sus casas.