Operación en Pakistán daría beneficios políticos a Obama

Imagen de mandatario de EE. UU. mejoró ante elecciones de 2012

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Washington.AFP La riesgosa operación ordenada por Barack Obama en Pakistán y que se saldó con la muerte de Osama bin-Laden, le brinda al presidente estadounidense enormes réditos políticos cuando se prepara para luchar por la reelección en 2012.

La eliminación del cerebro de al-Qaeda le brinda a Obama un capital político enorme y puede transformar percepciones y reafirmar su liderazgo y credenciales en seguridad nacional.

Segundos después de conocerse la noticia de la muerte de bin-Laden, cientos de personas se congregaron frente a la Casa Blanca para celebrar una inyección de moral para el equipo de Obama, enfrentado en estos dos años una crisis tras otra.

Un regalo. La muerte del hombre más buscado del mundo regala a Obama una oportunidad para reafirmar su autoridad, tanto a lo interno como frente a otros líderes del mundo.

Pero las emociones cambiantes del electorado en la política actual, en medio de persistentes condiciones económicas adversas, no permiten dar por sentada la reelección de Obama en 2012.

La economía tradicionalmente tiene un peso decisivo en las elecciones estadounidenses.

Solo 46% de los estadounidenses aprobaban el desempeño económico de Obama el mes pasado, según una encuesta de CBS/New York Times.

No obstante, pase lo que pase en las elecciones de noviembre de 2012, Obama siempre será recordado como el líder estadounidense que eliminó a bin-Laden.

Si el asalto hubiera tenido un resultado diferente, Obama de seguro habría sido aplastado por una montaña de críticas.

Todavía sigue en el recuerdo la operación para liberar rehenes en Irán que salió mal durante la presidencia de Jimmy Carter, quien no fue reelegido.

“Este fue el momento de ‘misión cumplida’ que le fue esquivo a George W. Bush”, manifestó el congresista demócrata Gary Ackerman a la cadena CNN.

El congresista republicano Peter King, crítico frecuente de Obama en seguridad nacional, alabó al mandatario.

“Muchas cosas pudieron haber salido mal, pero el presidente tuvo las agallas de seguir adelante”, expresó el político a CNN.

El asesinato de Bin Laden echa por tierra una de las armas republicanas para 2012: caracterizar a Obama como un líder débil e indeciso que constantemente pide perdón a nombre de EE. UU.

A los republicanos se les hará mucho más difícil acusar a Obama de ser tímido ante al terrorismo.