Madrid. AFP. La Cruz Roja Española, como otras organizaciones humanitarias, dio la alarma social y lanzó una petición de donaciones sin precedentes para acudir en ayuda de 300.000 personas más este año, dada la creciente pobreza que golpea a España.
Por primera vez, la totalidad de las donaciones recogidas durante la jornada nacional de la Cruz Roja, conocida como el Día de la Banderita, estará dedicada a “dar prestaciones sociales a 300.000 nuevos usuarios”, explicó su portavoz Fernando Cuevas.
Siguiendo el modelo de sus operaciones destinadas a causas humanitarias en el extranjero, la ONG espera recoger 30,5 millones de euros para asistir a los españoles más afectados por la crisis que sacude al país desde 2008.
Se trata de familias que no habían necesitado hasta ahora ayuda social o que simplemente no se atrevían a llamar a la puerta de las organizaciones caritativas.
“Son personas que tienen a todos los miembros de su familia en edad de trabajar en paro, son personas que están perdiendo la vivienda por los desahucios, son personas que de alguna forma son nuevas para Cruz Roja y que no están acostumbrados a solicitar ayuda a la red de protección social”, subrayó Cuevas.
“Digamos que se aproximan a la Cruz Roja con cierta verguenza porque no esperaban encontrarse en esa situación hasta hace poco, tenían ingresos estables, dignos, para hacer una vida normal”, agrega. Pero “por la situación de desempleo, por el cese de cobrar las prestaciones, se están aproximando a Cruz Roja”, agregó.
Campaña. En el marco de esta campaña, bautizada “Ahora más que nunca, frente a la crisis”, la ONG difunde un video de 25 segundos en el que aparecen un padre de familia y sus dos hijos en la cocina, en torno a frigorífico vacío, con una tortilla de un solo huevo como única cena.
Con este anuncio “creemos que también se está poniendo el foco sobre una realidad que les está ocurriendo a muchísimas familias, a familias que de alguna forma tratan de invisibilizar esa situación, por verguenza”, dijo el portavoz.
Hasta este año, la Cruz Roja Española contaba a unos dos millones de beneficiarios.
Sin embargo, como las otras organizaciones caritativas españolas, debe hacer frente a una explosión de la demanda, a medida que aumenta el desempleo con cifras alarmantes: 24,63% de la población activa, más de 53% de los jóvenes entre 16 y 24 años y 1,7 millones de hogares, donde todos los miembros están sin trabajo.
Recientemente, la organización católica Cáritas anunció que el número de personas que le solicitaron ayuda se había triplicado entre 2007 y 2011, superando por primera vez el millón.
Entre las causas principales de este aumento de la pobreza, Cáritas señaló la continua destrucción de empleo en España, que reduce de forma drástica las posibilidades de ingresos financieros en muchos hogares, así como el agotamiento de las prestaciones sociales.
Junto al desempleo, las draconianas políticas de austeridad del gobierno conservador de Mariano Rajoy alimentan el coctel de la precariedad: reducción de los subsidios de desempleo, recortes en salud que reducen el número de beneficiarios de ayuda gratuita, baja de salarios y alza de impuestos.
“La dinámica y la lógica del llamamiento (a hacer donaciones) hasta ahora se venía utilizando exclusivamente para situaciones de emergencia al nivel internacional (...). Es la primera vez que se pone en marcha en España debido a la situación que estamos viendo, que se incrementa el número de usuarios, y ante esta magnitud que está adquiriendo”, explicó Cuevas.
Hace algunos meses, fue la Unicef la que llamó la atención sobre la consecuencia más dramática de la crisis: la pobreza infantil, un fenómeno que, subrayó, aumentó un 53% en tres años en España, donde cerca de 2,2 millones de niños viven actualmente bajo el umbral de la pobreza.