Observadores de ONU atacados a balazos en Siria

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Beirut. (AP). Los observadores de la ONU fueron atacados a disparos el jueves mientras trataban de llegar al sitio de una nueva matanza en Siria, que según la oposición cobró la vida de unas 80 personas, incluso mujeres y niños que fueron fusilados o acuchillados.

Las muertes le añadieron urgencia a los esfuerzos diplomáticos para poner fin al creciente derramamiento de sangre.

Entre los informes de lo que sería la cuarta matanza contra civiles en Siria en las últimas dos semanas, Estados Unidos condenó al presidente Basharal-Asad, diciendo que ha duplicado su brutalidad y ambiguedad.

El enviado internacional Kofi Annan, cuyo plan de paz negociado en abril no se ha aplicado, advirtió en contra de permitir que los asesinatos en masa formen parte de la realidad cotidiana en Siria.

“Si las cosas no cambian, es probable que el futuro sea de represión brutal, matanzas, violencia sectaria e incluso una guerra civil”, dijo Annan a la Asamblea General de la ONU en Nueva York. “Todos los sirios van a perder”.

Según activistas sirios, el episodio más reciente de violencia se centró en el pueblo agrícola de Mazraat al-Qubair, en la provincia central de Hama, una pequeña comunidad de 160 personas, en su mayorÍa beduinos.

Los activistas dijeron que el pueblo sunita está rodeado de pueblos alauitas. Los alauitas son una rama del islam chiita y al-Asad es miembro de esa secta, mientras que los sunÍes dominan la oposición.

Un residente dijo que soldados sirios dispararon contra la zona durante cinco horas el miércoles, antes de que milicias simpatizantes del gobierno, conocidas como shabiha, entraran en el área, que se sabe aloja a desertores del ejército, matando y saqueando todo lo que pudieran.

Leith Al-Hamwy dijo por teléfono a The Associated Press que sobrevivió escondiéndose en un olivar a unos 800 metros del lugar de los asesinatos. Dijo que su madre y seis hermanos, los menores unos gemelos de 10 años de edad, murieron.

“Cuando dejé mi escondite y entré a las casas, vi cuerpos por todas partes. Familias enteras fusiladas o asesinadas con palos afilados y cuchillos”, aseveró.

Hay carne dispersa de animales y personas, el olor del humo de las casas quemadas y de los cuerpos, agregó al-Hamwy.

Fue imposible confirmar el número exacto de muertos y las circunstancias de los presuntos asesinatos en Mazraat al-Qubair. El gobierno sirio mantiene fuertes restricciones a los periodistas. Tampoco fue posible verificar de forma independiente la autenticidad de videos difundidos en Internet.

Siria negó las afirmaciones, calificándolas de totalmente infundadas e insistió en que facilitaba la tarea de los observadores en el país.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, manifestó que los observadores de esa organización fueron atacados con disparos de armas pequeñas mientras trataban de llegar allí.

Los observadores se vieron obligados a retirarse y nadie resultó herido, aunque un vehículo fue alcanzado y dañado un poco, dijo Kieran Dwyer, portavoz del departamento de pacificación de la ONU. No pudieron entrar en Mazraat al-Qubair y no quedó claro quién les disparó, agregó.

Los informes tienen lugar semanas después que más de 100 personas murieron en un solo día en un conglomerado de poblaciones conocido como Housa en la provincia central de Homs, muchos de ellos mujeres y niños baleados en sus hogares.

Investigadores de la ONU culparon a pistoleros pro gubernamentales de por lo menos algunas de las matanzas, pero el régimen sirio negó toda responsabilidad y culpó a los rebeldes.

La matanza de Houla provocó indignación internacional y una expulsión coordinada de diplomáticos sirios de varias naciones.