Obama y Rousseff cruzan elogios y críticas

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Washington. AFP. El presidente estadounidense, Barack Obama, elogió ayer la “fuerte” relación con Brasil, pero aseguró que puede ir a más al recibir, por primera vez en la Casa Blanca, a su homóloga brasileña, Dilma Rousseff, quien criticó la política monetaria de los países avanzados.

“La buena noticia es que la relación entre Brasil y Estados Unidos nunca ha estado más fuerte, pero se pueden hacer cosas más ambiciosas”, dijo Obama a la prensa en el despacho oval.

Rousseff criticó que “las políticas monetarias de los países ricos llevan a la desvalorización de (sus) monedas, poniendo en peligro el crecimiento de los países en desarrollo”.

Consideró que Estados Unidos puede jugar un papel “muy importante”, tanto “en la contención de la crisis” mundial como en el impulso al crecimiento y dijo que los países como Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS) ya han contribuido de manera “significativa” al crecimiento mundial.

Brasil, sexta economía del mundo, enfrenta una apreciación de su moneda frente al dólar, alimentada por la política de tasa casi cero que aplica la Reserva Federal para combatir los efectos de la crisis de 2008.

Ambos mandatarios se reunieron durante hora y media acompañados de delegaciones ministeriales y pasaron luego a un almuerzo de trabajo restringido. Obama había invitado a Rousseff a visitarlo en Washington durante su visita a Brasil del año pasado.

Pero aunque los dos mandatarios coincidieron en que quieren que la cooperación bilateral se intensifique, los anuncios concretos fueron modestos.

Divulgaron un memorando en materia de cooperación aeronáutica, la reafirmación de su compromiso con un programa de intercambio estudiantil y recordaron que se facilitaron las condiciones de viaje para turistas brasileños .

Elogios. Más temprano, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, elogió a la primera mujer presidenta del gigante sudamericano en un acto celebrado con empresarios en la Cámara de Comercio y destacó la importancia de Brasil en la escena internacional.

El gobierno de Rousseff mantiene la misma línea de diplomacia activa que practicó su predecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, lo que ha despertado a menudo la irritación en Washington.

Su resistencia a nuevas sanciones contra Irán o Siria y su reconocimiento al Estado palestino generó decepción en Washington, pero desde la visita de Obama a Brasil hace un año las relaciones han ido mejorando gradualmente.