Obama y Peña debaten retos en seguridad y economía

Político planteará nuevas metas a estadounidense en cita de 50 minutos

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Washington. EFE. El presidente de EE.UU., Barack Obama, recibirá hoy al presidente electo de México, Enrique Peña Nieto, para repasar los retos de una extensa y compleja agenda bilateral que incluye la lucha antidrogas y el fomento de la competitividad económica.

El encuentro en el despacho oval, anunciado por la Casa Blanca hace una semana, es el primero entre Obama y Peña Nieto, y se produce en momentos en que México ha logrado reducir la emigración ilegal hacia EE.UU. y la violencia del crimen organizado.

Por ello, la cita también genera expectativas de que ambos líderes fortalezcan la ya sólida relación comercial entre EE.UU. y México, marcando el inicio de una nueva era para ambas economías.

Según la Casa Blanca, Obama espera escuchar de Peña Nieto “su visión para liderar a México”, y abordar también “una amplia gama de asuntos bilaterales, regionales y globales ” .

La Casa Blanca guarda los detalles del encuentro, pero el equipo de transición de Peña Nieto ha dicho que será en la tarde y durará unos 50 minutos, dividido en dos partes: la primera, acompañados con colaboradores (35 minutos) y la segunda, en privado (15 minutos) .

Peña Nieto, que ganó en los comicios del 1.° de julio y asumirá el próximo sábado, también prevé reunirse hoy en privado con la líder de la minoría demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid.

También tendrá una reunión privada con la secretaria de Seguridad Nacional de EE. UU., Janet Napolitano, y realizará una rueda de prensa al final de la jornada.

El líder del Partido Revolucionario Institucional además visitará Canadá mañana, donde se reunirá en Ottawa con el primer ministro canadiense, Stephen Harper.

En una carta publicada el domingo en el diario The Washington Post , Peña Nieto aseguró que su victoria y la reelección de Obama ofrecen “una oportunidad para redirigir la relación bilateral”.

A su juicio, sería “un error” limitar esa relación solo a los problemas del narcotráfico y los retos de seguridad, por lo que pidió que ambos países continúen fortaleciendo y ampliando “los vínculos económicos, sociales y culturales”.

“Nuestros intereses son demasiado vastos y complejos para que estén restringidos en una forma miope” , dijo Peña Nieto, quien aseguró que en su visita a Obama verá “la mejor manera de reajustar nuestras prioridades comunes”.

Peña Nieto busca, asimismo, que ambos países pongan más énfasis en la integración económica de Norteamérica y en la cooperación energética.

Agregó que la lucha antidrogas debe seguir siendo una “responsabilidad compartida” y aunque prometió continuar los esfuerzos del presidente saliente, Felipe Calderón, consideró que la “estrategia debe necesariamente cambiar”.Por su parte, el Gobierno de Obama ha dejado en claro que permanece comprometido con el trabajo “en alianza” con México, para fomentar la competitividad económica en ambos países, el desarrollo regional, y la cooperación para una frontera “segura y eficiente”.En la actualidad, México es el tercer socio comercial de EE.UU., con un intercambio que totalizó $461.000 millones en el 2011, según la Oficina del Representante de Comercio Exterior. Andrew Selee, asesor del Instituto de México del Centro Woodrow Wilson, dijo que ahora que México ha reducido la emigración ilegal a “niveles históricos” y se ha estabilizado la violencia, ambos países podrán “centrarse en asuntos económicos” para salir fortalecidos de la ralentización económica global.“ Sin embargo, en el día a día, los retos de seguridad seguirán siendo una gran parte de la cooperación entre los Gobiernos de ambos países ” , afirmó Selee.Por su parte, Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano en Washington, consideró que, pasados los comicios generales en EE.UU., ambos países tienen “ la oportunidad de reducir las dos principales fuentes de tensión y desconfianza bilateral: la inmigración y la política antidrogas ” .“Desde luego, el progreso en las relaciones bilaterales es posible pero requerirá que ambos presidentes inviertan capital político en los asuntos más apremiantes de la agenda bilateral ” , dijo Shifter.