Washington. EFE. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, continúa con sus esfuerzos para dejar de fumar y aparentemente lo está haciendo con éxito, pues su portavoz, Robert Gibbs, asegura que no lo ha visto consumir un cigarrillo desde hace nueve meses.
No obstante, Gibbs se resiste a afirmar que Obama haya dejado el hábito.
“No le he visto a él ni he visto indicios de que haya fumado en probablemente nueve meses”, indicó el portavoz ayer en su rueda de prensa diaria.
Sin embargo, no quiso declarar si el mandatario ha dejado de fumar definitivamente. “No quiero tomarlo a la ligera. Creo que el Presidente sería el primero en decirles que es una lucha”, explicó.
Obama, continuó el portavoz, “se ha esforzado enormemente” en no sucumbir a la tentación e incluso en los peores momentos de negociaciones, como las que llevaron a un pacto con los republicanos para renovar una serie de recortes impositivos, “cuando podría haber encontrado algún solaz en el cigarrillo”, mantuvo su abstinencia.
Entre los métodos que el presidente estadounidense ha usado para no recurrir al tabaco se encuentran los chicles de nicotina que, según Gibbs, Obama continúa usando aún hoy.
Las declaraciones del portavoz se producen cuando un informe de la directora general de Salud Pública, Regina Benjamin, divulgado ayer reitera los riesgos que representa el hábito.
Fumar “no es algo de lo que el presidente esté orgulloso. Sabe que no es bueno y no le gusta que los niños sepan que fuma”, dijo Gibbs.