Obama contraataca: “republicanos siempre apuestan a frustrar la esperanza”

Jueves hará su discurso en la convención demócrata. Bill Clinton intervendrá a su favor.

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Washington (AFP). El presidente Barack Obama mirará a los estadounidenses a los ojos esta semana y les dirá que merece otros cuatro años en la Casa Blanca, pese a los problemas económicos y la decepción de algunos que lo votaron en 2008.

Con su cargo en juego, el mandatario usará la Convención Nacional demócrata, que se inicia el martes, para enfrentar las críticas republicanas de que su elección fue histórica y debidamente celebrada, pero su presidencia un fracaso.

El primer presidente afro-estadounidense insistirá en que quienes lo eligieron hace cuatro años no desperdiciaron su voto, pese a lo que dice su rival republicano Mitt Romney.

"Quienes se oponen al cambio siempre apuestan a las dudas", dijo Obama ante una multitud de jóvenes, en el estado bisagra de Virgina la semana pasada, en lo que podría ser un adelanto del tono que daría a la convención. “Los republicanos siempre apuestan a la falta de esperanza y a lo largo de la historia estadounidense, han perdido esa apuesta".

Obama admitió, sin embargo, que cree que pese a su reputación de buen orador, no ha comunicado adecuadamente a los votantes las claves y los logros alcanzados durante un mandato acosado por la crisis económica.

Los republicanos preguntan simplemente: "¿qué logros?".

En consecuencia, el discurso que pronunciará a la hora de mayor audiencia el jueves en Charlotte (Carolina del Norte, sureste), será una oportunidad inapreciable para adecuar su mensaje político a dos meses de una elección que se presenta muy incierta.

La principal tarea será refutar la retórica anti-Obama desplegada por Romney y su compañero de fórmula, Paul Ryan, la semana pasada en Florida.

Michael Kramer, profesor especializado en comunicación presidencial en la universidad St Mary's College (Indiana), explicó que el presidente necesita neutralizar el mensaje que Romney y Ryan, en el que quieren dar la idea dieron a los votantes de que el gobierno “no ha hecho nada, se le terminó el tiempo y ha decepcionado a los estadounidenses".

La crítica más efectiva de Romney durante la convención fue que Obama no dio a los estadounidenses lo que más les interesa: prosperidad económica.

"Uno sabe que algo está mal con lo que ha hecho como presidente cuando la sensación más agradable que se tiene es la del día en que se votó por él", dijo el candidato republicano.

Ryan seguramente sorprendió a Obama atacando la imagen del presidente, quien se presenta como la personificación de la esperanza y el cambio. "Los graduados universitarios no deben vivir a sus 20 años en sus dormitorios de la infancia, mirando los posters descoloridos de Obama", ironizó.

Leila Brammer, profesora de comunicaciones y retórica en el Gustavus Adolphus College de Minnesota, dijo que estas críticas calan en los votantes indecisos y Obama necesita hacer más que defender su administración y hablar de la economía.

"Necesita realmente encontrar la manera de conmover", afirma Brammer. "La gente está decepcionada con él. No solamente en relación a la economía. También dicen 'confiábamos en él, era casi una confianza religiosa y nos abandonó".

Obama tratará de reencontrar su carisma el jueves, como lo hizo en 2008, cambiando los estrechos límites de una sala de convenciones por un inmenso estadio abierto abarrotado por 70.000 personas.

Defenderá su cruzada por los cambios, destacando la histórica reforma del sistema de salud y su orden de poner fin a la restricción que obligaba a los gays a ocultar su homosexualidad en las Fuerzas Armadas, el retiro de las tropas estadounidenses de Irak, así como los golpes asestados a Al Qaida, principalmente con la muerte de Osama bin Laden.

Obama reiterará su llamado a aumentar impuestos a los ricos y mantener el sistema de salud para los ancianos, mostrándose más sensible con la clase media que el multimillonario Romney.

"El mensaje que queremos hacer llegar a los hogares es que este presidente está comprometido por experiencia, principios y de corazón a reconstruir una economía en la que quien trabaje duro pueda salir adelante, en la que la clase media se sienta segura", dijo el asistente presidencial David Axelrod.

Para ello el presidente cuenta además con el sólido apoyo de la popular primera dama Michelle, quien seguramente lo alabará como hombre y como líder y del expresidente Bill Clinton, recordado por sus dos períodos de prosperidad, que argumentará también por otros cuatro años para Obama.