Nuevo percance para frenar fuga de crudo, que se extiende

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Pensacola, Florida (AP). La mancha de petróleo en el Golfo de México avanzó peligrosamente hacia las blancas playas de Florida el miércoles, mientras un lance arriesgado para contener la fuga en un pozo en aguas profundas entró en problemas al atorarse una sierra de diamante.

La sierra había cortado casi la mitad del caño conectado al pozo cuando se atascó, y la empresa petrolera BP PLC tardó 12 horas en liberarla. La compañía dijo también que puso en marcha los preparativos para reanudar el corte, pero no anticipó un cronograma sobre el nuevo comienzo.

El plan es colocar una especie de tapón en el tubo del pozo que está fuera de control a una milla (1,6 kilómetros) de profundidad. El tapón permitiría capturar la mayor parte del crudo que escapa. El tubo, que está torcido y roto, tiene que ser cortado primero para permitir que el tapón empalme a la perfección.

“Creo que el problema no es si podemos o no hacer un segundo corte. El asunto es cuán perfecto lo podamos hacer, cuán parejo lo podamos hacer”, puntualizó el almirante de la Guardia Costera, Thad Allen, el funcionario designado por el gobierno para estar pendiente de la crisis.

Cuando la orilla de la mancha aceitosa llegó a 11 kilómetros (siete millas) de las playas de Pensacola, las cuadrillas de emergencia se apresuraron a conectar el último tramo de una cadena de flotadores de varios kilómetros (millas) de largo para impedir el avance del crudo. En un principio resistieron tormentas eléctricas y viento, hasta que el cielo se despejó en la tarde.

Los meteorólogos dijeron que el crudo podría llegar a la costa para el viernes, con lo cual amenazaría un sistema delicado de islas, ensenadas y playas de arena blanca que son un refugio de la vida silvestre y un importante destino turístico llamado la Riviera Redneck.

“Hacemos lo que podemos, pero no podemos cambiar lo que ya ocurrió”, afirmó John Dosh, director de emergencias en el condado de Escambia, que incluye a Pensacola.

La fuga de petróleo, ahora considerada la peor en la historia de Estados Unidos, fue desencadenada el 20 de abril por una explosión que mató a 11 trabajadores en una plataforma marítima de prospección.

Desde entonces, el crudo ha recorrido unos 200 kilómetros (125 millas) y llegado también a la costa de Alabama y Misisipí. El pozo ha vertido al mar en las últimas seis semanas entre casi 80.000 y 170.550 metros cúbicos (21 millones y 45 millones de galones) según estimaciones gubernamentales.

El nuevo intento por controlar la fuga es considerado riesgoso porque al cortar una sección del tubo de casi 51 centímetros (20 pulgadas) de ancho podría retirar rebabas del caño y aumentar temporalmente la salida del petróleo en hasta 20%.

En las bolsas de valores, los inversionistas siguieron deshaciéndose de las acciones de BP por segundo día consecutivo.

El Departamento de Justicia anunció que iniciaba investigaciones penales y civiles contra BP, aunque no aclaró cuáles serían los sujetos acusados en eventuales juicios.

Las playas de Florida tienen una participación fundamental en el sector turístico del estado. Al menos el 60% del gasto hecho en las vacaciones del 2008 en el estado correspondió a ciudades con playas.

El presidente Barack Obama dijo que ha llegado el momento de reducir millones de dólares en las deducciones fiscales de las empresas petroleras y destinar el dinero a la investigación y desarrollo de la llamada energía limpia.