Tokio. AP. El ministro nipón de Finanzas, Yoshihiko Noda, fue elegido ayer líder del gobernante Partido Democrático (PD) en una votación interna que lo convierte en virtual nuevo primer ministro.
Está previsto que Noda sea nombrado en el Parlamento hoy y sustituya a Naoto Kan, quien dimitió el viernes tras más de un año en el poder, acosado por las críticas a su gestión de la crisis por el terremoto y el sunami de marzo.
Noda, de 54 años, quien se perfila como continuista de las políticas de Kan, venció por 38 votos al ministro de Comercio e Industria, Banri Kaieda, su rival en la segunda ronda de una votación en la que participaron casi 400 legisladores del PD.
En la primera vuelta fueron eliminados los otros tres aspirantes: el exministro de Exteriores Seiji Maehara; el titular de Agricultura, Michihiko Kano, y el exministro de Transportes Sumio Mabuchi.
Dividido. Nunca antes habían participado en una elección interna tantos candidatos, un reflejo de la fragmentación de un grupo con 13 años de historia y dos de gobierno.
Uno de los primeros mensajes de Noda tras su victoria fue un llamamiento a la unidad de la formación. “Ahora ya no hay facciones”, afirmó el nuevo líder, quien inicialmente partía sin el apoyo de los principales barones del partido, entre ellos el exprimer ministro Yukio Hatoyama y el poderoso ex secretario general Ichiro Ozawa, que apoyaban a Kaieda.
“La crisis nuclear, la reconstrucción (de las zonas arrasadas por el sunami), la subida del yen y la deflación: hay varias cuestiones que abordar”, admitió Noda al término de la votación.
El próximo jefe del Gobierno nipón prometió redoblar los esfuerzos para la reconstrucción del noreste de Japón, aunque no se refirió a la cuestión de una eventual subida de impuestos para financiarla.
Contrariamente a su contrincante Kaieda, el ministro de Finanzas es partidario de aplicar la impopular medida de aumentar las tasas para cubrir los gastos de la reconstrucción, en lugar hacerlo con la emisión de nueva deuda.
Con un escenario dominado por dificultades económicas, crisis nuclear y reconstrucción, Noda se enfrenta además al reto de lograr un Gobierno estable, algo que no parece fácil en un país que tuvo cinco primeros ministros desde 2006.