No hubo milagro en Ecuador: mineros encontrados muertos

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Portovelo, Ecuador. EFE. El extraordinario rescate de los 33 mineros de Chile alentaba a los rescatistas que trabajaban para hallar a sus compañeros en una mina de Ecuador, pero el milagro no se repitió, ya que los dos obreros fueron encontrados ayer muertos.

Ángel Vera, de 29 años, y Pedro Mendoza, de 28, quienes fueron hallados en una cámara a la que llegaron sus compañeros mineros luego de trabajar turnos ininterrumpidos desde que ocurrió un derrumbe, el pasado viernes.

Uno de ellos fue encontrado sin ropa y arrimado a una de las paredes, mientras que el otro estaba semienterrado bajo escombros y maderos, según los rescatistas, que lograron sacar sus cadáveres a la superficie desde los 150 metros de profundidad donde perecieron.

Las autoridades aún no han adelantado la posible causa de su muerte o cuándo ocurrió.

El sábado ya se habían encontrado los restos de Wálter Vera, el hermano mayor de Ángel, de 31 años, y del peruano Paúl Aguirre, de 21, quien fue repatriado a su ciudad natal: Piura.

Triste epílogo. La jornada terminó de forma muy distinta a como comenzó en la mina Casa Negra, en Portovelo, en una provincia fronteriza con Perú.

Por la mañana el optimismo cundía en el campamento de rescate, tanto así que el presidente de Ecuador, Rafael Correa, viajó con urgencia hasta el lugar por primera vez para reunirse con los encargados de las tareas de socorro y las familias de los trabajadores.

“Somos optimistas porque todo indica que podrían estar con vida ” , dijo entonces el subsecretario de Minería, Jorge Espinosa.

Por su parte, Juan Cando Pacheco, gerente de Minesadco, la empresa operaria de la concesión, estimó que existía entre “un 80% y hasta un 90%” de probabilidades de que se encontraran con vida.

Se creía que a la cámara donde estaban llegaba oxígeno, dado que había una vía de agua por la que entraba el aire, explicó Espinosa.

Además, se encontraron dos de los focos que llevan los trabajadores en el casco junto a una bota de caucho, una señal usada por los mineros para indicar su ubicación. Tampoco se percibía el olor a cuerpo en descomposición que se esperaba si hubieran muerto.

No obstante, la llegada a la cámara se retrasó debido a un nuevo derrumbe, que obligó a los mineros que pugnaban por llegar hasta sus compañeros a salir de galerías.