'Niños emigrantes' en Ecuador se triplicaron en el último año

Se estima que al menos 600 menores se han marchado de sus casas en busca de sus padres

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En varios poblados del sur de Ecuador, prácticamente deshabitados por la emigración, centenares de niños se cansaron de esperar a sus padres y han emprendido, solos, el peligroso viaje de reencuentro hacia Estados Unidos.

"Este año tenemos una terrible y lamentable cifra que supera los 600 niños que han viajado no acompañados en busca de sus familias", dijo a la AFP la viceministra de Movilidad Humana, María Landázuri. El número triplica los casos registrados en 2013.

Son muchos, pero nadie habla abiertamente de los "niños emigrantes" porque sus familias o amigos saben que viajan de forma ilegal con ayuda de coyoteros (traficantes de personas), pagados por sus padres desde Estados Unidos.

"Conozco de dos niños que se fueron con coyoteros. Conmigo vivió como 15 días la niña, la última que se fue (...) Así se van, no les importa nada. Es muy dura la situación, muy riesgosa", comentó bajo anonimato una madre en Déleg, un poblado en Cañar, la provincia de los Andes ecuatorianos más afectada por la emigración.

Ubicado a 285 km al sur de Quito, en Déleg (llanura en lengua aborigen) muchas mujeres se quedaron a cargo de los niños a la espera de que sus esposos regresen convertidos en nuevos ricos, como se conocen a los emigrantes que lograron quedarse en Estados Unidos, donde permanecen ilegalmente.

Con el dinero que ellos envían se levantan casas lujosas que parecen incrustadas en las montañas de Déleg, Bayandel y El Rocío, poblados separados por pocos kilómetros que comparten el mismo aspecto fantasmal, porque hoy muchos de sus habitantes también partieron.

Abandonadas o todavía sin terminar, estas mansiones testificaron por mucho tiempo el éxito de los emigrantes, pero hoy el tema de conversación es otro.

Al igual que en Centroamérica, de donde muchos menores emigran para huir de la pobreza y las pandillas, los niños de Cañar salen en busca de sus padres tras esperar en vano su retorno.

Por $10.000 a los traficantes, la travesía empieza en barco hasta Centroamérica y de ahí por tierra a México y Estados Unidos. Una ruta conocida como "el camino" y plagada de riesgos por cuenta de las bandas que violan, extorsionan y matan emigrantes.

Se calcula que 1,6 millones de personas han emigrado de Ecuador por razones económicas, la mayoría desde finales de los años 1990 a causa de una severa crisis financiera. Estados Unidos, España e Italia son los principales destinos.

El gobierno, que ofrece facilidades para el retorno, afina fórmulas para enfrentar el nuevo fenómeno de los niños emigrantes. De los 626 que han viajado este año sin compañía, 26 fueron detenidos temporalmente en Estados Unidos y ya se reencontraron con sus familias.

"Tememos por muchos que no sabemos de su destino", reconoció la viceministra Landázuri.