Praga. EFE. El ministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua, Samuel Santos, llegó ayer a Praga en procura de inversores para un proyecto de tendido de un oleoducto y la construcción de un puerto de buques de alto calado en las costas del mar Caribe.
“Queremos construir un puerto en las aguas profundas del Atlántico, y un oleoducto que atraviese la nación y que pueda trasladar el crudo a los países asiáticos” , señaló Santos, tras una reunión con su homólogo checo, Karel Schwarzenberg.
Dicho proyecto, destinado a dar salida hacia Lejano Oriente al petróleo venezolano que importa Managua, incluiría la construcción de un segundo puerto en el Pacífico.
Además de este plan energético, Santos persigue una posible cooperación bilateral en las áreas hidroeléctrica, geotérmica, eólica y solar.
Se trata de algunas áreas de posible cooperación accesibles tras la firma, en la presidencia de turno española de la UE en el 2010, del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y el bloque centroamericano (Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y Guatemala).
Santos se refirió también a la creación en Nicaragua de zonas francas, “desde donde se puede vender a terceros países, situados a corta distancia, con los que existen acuerdos de libre comercio”.
El canciller presentó , asimismo, los avances de la nación centroamericana en materia de protección de la inversión extranjera, y afirmó que Nicaragua “es el país más seguro de Centroamérica”.
El canciller, además, destacó la importancia de la próxima reunión del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), que versará sobre la lucha contra el narcotráfico, uno de los principales problemas de la región actualmente.