Negociador de paz con el Talibán muere en atentado

Autoridades afirman que ataque fue perpetrado por un kamikaze

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Kabul. AFP y AP El expresidente afgano Burhanudin Rabani, encargado por el Gobierno de negociar la paz con el Movimiento Talibán, murió en un atentado suicida en Kabul, anunció la Policía, que acusó a los rebeldes del hecho.

Rabani murió luego de que un atacante suicida estallara una bomba que escondía en el turbante, indicó la Policía afgana.

“El atacante entró en la casa de Rabani en Kabul y detonó sus explosivos”, informó Mohamad Zahir, director de Investigaciones Penales de la Policía de Kabul.

Rabani, líder histórico de la resistencia a la invasión soviética en los años 80, presidía el Alto Consejo para la Paz (HCP), creado en octubre del 2010 por el presidente afgano, Hamid Karzai, para establecer diálogo con los insurgentes con tal de alcanzar la paz.

Su muerte disminuye las esperanzas de entablar negociaciones de paz con el Régimen Talibán y los esfuerzos por mantener a raya rivalidades regionales y étnicas, que impulsan la insurgencia.

Como político ducho y líder de la Alianza del Norte, será difícil replicar el papel de Rabani para tomar contacto con el Régimen Talibán y buscar un acuerdo político con ellos. Su muerte podría desencadenar resentimientos entre algunos miembros de la Alianza, que acusan al presidente Hamid Karzai de connivencia con los talibanes.

Silencio y lamentaciones. Los talibanes, que asesinan frecuentemente a funcionarios gubernamentales afganos, no habían reaccionado por el momento.

Pakistán, acusado con frecuencia por los occidentales –en especial por Estados Unidos– de apoyar a los talibanes afganos, condenó el asesinato de Rabani y deploró la pérdida de un “amigo”.

El jefe de Estado afgano decidió acortar su estadía en Estados Unidos –con motivo de la Asamblea General de la ONU– al enterarse de la noticia. Karzai afirmó que el asesinato del exmandatario, “un patriota afgano que se sacrificó”, no impedirá que su país progrese.

Karzai se reunió ayer con su homólogo estadounidense, Barack Obama. “Los dos pensamos que este acontecimiento no nos disuadirá de crear un camino que permita a los afganos vivir en libertad, con seguridad y prosperidad”, manifestó Obama.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores británico, William Hague, afirmó que el asesinato no deteriorará la apuesta de Afganistán por la paz y la reconciliación.