Cleveland. EFE. La vivienda donde el lunes se descubrieron a tres jóvenes desaparecidas hace una década se está convirtiendo en un lugar de peregrinaje de otras familias que han perdido a seres queridos y esperan que el caso les ayude a localizarlos.
Tania Adkins deambula junto con su madrastra entre el gentío de los medios de comunicación que se agolpan frente a la casa de Ariel Castro , donde, el lunes, vecinos y la Policía de Cleveland encontraron y rescataron a tres jóvenes desaparecidas.
Christina Adkins, hermana de Tania, desapareció en 1995 en las cercanías de la casa de Castro, acusado por la Policía del secuestro, violación y otros abusos físicos de Amanda Berry, Georgina (Gina) DeJesús y Michelle Knight, las tres jóvenes que el lunes surgieron de una década de horrores del número 2207 de la Avenida Seymour.
Esperanza en vano. En la noche del lunes, luego del trabajo, los vecinos de Tania le avisaron que a pocas manzanas la Policía había rescatado a tres mujeres desaparecidas desde adolescentes.
“Mis vecinos vinieron corriendo. Pensé que algo malo había pasado y que necesitaban ayuda. Pero me dijeron que encendiera la televisión, que a lo mejor Christy estaría allí”, declaró Tania.
Ella no es la única que ha ido a la casa de Ariel Castro con la esperanza de encontrar a un familiar desaparecido.
Los rumores estallaron el miércoles cuando se supo que agentes del FBI, con palas y un perro entrenado, estaban registrando una vivienda cercana a la de Castro. Uno de los primeros nombres que surgió como otra posible víctima de Castro es Ashley Summers, quien desapareció cerca de la avenida Seymour en 2007 cuando tenía 14 años de edad.