Madrid (AP). Gregorio Peces-Barba, uno de los siete padres de la Constitución española y expresidente del Congreso de los Diputados, falleció hoy a sus 74 años.
Peces-Barba fue ingresado la semana pasada en la unidad de cuidados intensivos de un hospital de Asturias, en el norte de España, a causa de una insuficiencia renal complicada por otra cardíaca, según informó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Licenciado en derecho y destacado jurista, Peces-Barba se vinculó a un PSOE todavía en la clandestinidad en la etapa final del régimen de Francisco Franco. Tras la muerte del dictador en 1975, fue elegido diputado en el primer Parlamento de la democracia.
Peces-Barba fue el ponente socialista de la Constitución y se convirtió en uno de los siete padres de la Carta Magna española.
Tras la arrasadora victoria del PSOE en las elecciones de 1982, fue elegido presidente de la cámara baja, cargo que ocupó hasta 1986, cuando decidió abandonar la política activa.
Años después, Peces-Barba definió aquella primera legislatura socialista como una auténtica revolución que cambió la cara de España, según relató en una entrevista al periódico madrileño El País.
En 1989 puso en marcha la universidad pública Carlos III de Madrid, que ya cuenta con 40 carreras. Desde entonces ocupó el puesto de rector y fue sucedido en 2007.
En 2004, coincidiendo con el regreso al poder del socialismo de la mano de José Luis Rodríguez Zapatero, fue nombrado Alto Comisionado para la atención a las Víctimas del Terrorismo.
Su cargo generó una enorme polémica entre algunas asociaciones, que criticaron al gobierno de Rodríguez Zapatero por abrir una negociación con la organización separatista vasca ETA.
Peces-Carga dejó el cargo en 2006.
Desde entonces se apartó de la primera línea de la vida pública y se centró en su labor universitaria. Además, impulsó la Fundación homónima Gregorio Peces-Barba para incentivar el trabajo de los profesores de filosofía del derecho y derechos humanos y fomentar los estudios en estas dos materias.
Está previsto que Peces-Barba sea enterrado en su Madrid natal. El actual presidente del Congreso, Jesús Posada, ofreció la cámara para instalar la capilla ardiente.