Mínimas esperanzas de hallar mineros con vida en Colombia

Acumulación de gases dentro de la mina reduce suerte de los atrapados

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Amagá, Colombia. AP. En lo que podría convertirse en una de las peores tragedias mineras de Colombia, las autoridades ya recuperaron hasta ayer 18 cadáveres después de una explosión en un túnel de carbón, y afirmaron que hay mínimas posibilidades de que unos 50 trabajadores atrapados en la mina estén vivos.

La explosión, atribuida inicialmente a una acumulación de gas metano, se produjo el miércoles por la noche en la mina San Fernando, situada en el municipio de Amagá, departamento de Antioquia, unos 240 kilómetros al noroeste de Bogotá.

Es muy difícil que después de más de 32 horas haya sobrevivientes, por la acumulación de gases en la mina, dijo Luz Amanda Pulido, directora de la Oficina para la Prevención y Atención de Desastres, del Ministerio del Interior.

“Ojalá estuvieran vivos todos y por respeto a las familias, que conservan hasta última hora la esperanza...(pero) las probabilidades son mínimas”, aseguró la funcionaria en entrevista telefónica. Reitero que la situación es de condiciones mínimas para encontrar a alguien vivo.

Dijo que las labores de rescate continúan de forma intermitente porque a veces se deben suspender por unas horas debido a que la concentración de gases es riesgosa para los rescatistas.

El gobernador de Antioquia, Luis Alfredo Ramos, afirmó que además de la explosión y de la concentración de gases, los atrapados tendrían que haber sobrevivido a la acumulación de monóxido de carbono que dejó el estallido.

Pulido señaló que ya sacaron 18 cadáveres y calcula que dentro habría entre 50 a 53 mineros.

La Fiscalía en Amagá abrió una investigación del accidente y aseguró que la mayoría de las víctimas rescatadas murieron quemadas.

El ministro de Minas y Energía, Hernán Martínez, dijo que la mina permanecerá cerrada hasta tener un informe oficial sobre lo ocurrido, pero no detalló cuánto tiempo podría demorar esa clausura.

Ya el jueves, Martínez aseguró que la mina carecía de una chimenea de escape de gases y de detectores permanentes de emisiones.

Dolor en Amagá. En la plaza central de Amagá, frente a la iglesia, fueron colocados nueve ataúdes, uno al lado del otro, de víctimas ya rescatadas e identificadas, para una misa al mediodía, que celebró monseñor José Soleibe frente a una multitud, entre parientes, amigos y pobladores en general.

Desde ayer temprano, parientes de los mineros velaban a sus seres queridos en una pequeña funeraria de la localidad y sus casas, pero al mediodía hubo un servicio general en la iglesia del pueblo.

La empresa aún no ha presentado un balance o explicaciones oficiales sobre lo ocurrido, mientras las autoridades localidades de Amagá aseguran que en la mina trabajaban al menos 450 ó 480 personas en distintos turnos.